A pesar de que hoy permanece con perfil bajo en la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner tomó protagonismo en una audiencia en el Congreso de Estados Unidos, cuando un senador republicano ultraconservador increpó a un funcionario de Joe Biden y le preguntó por qué el gobierno estadounidense no ha sancionado aún a la vicepresidenta -a quien calificó de “cleptócrata”- por corrupción.
Mientras repasaban sobre temas de la región en una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el senador republicano conservador Ted Cruz preguntó el jueves sobre la vicepresidenta a Brian Nichols, subsecretario para la región del Departamento de Estado.
“Nadie niega, e incluso la Corte argentina lo confirma, que Cristina Fernández es una cleptócrata, ella ha sido imputada por obstruir la investigación sobre el terrorismo iraní ¿Por qué la administración Biden no la sanciona?”, preguntó Cruz luego de enumerar los cargos de CFK por la causa Vialidad.
“Esta administración ha usado las herramientas de visas y sanciones financieras de manera repetida en numerosas instancias para sancionar a líderes de extrema izquierda ciertamente como en Nicaragua”, dijo Cruz. “A mí lo que me preocupa es Argentina y por qué no han sancionado a Fernández”.
Allí Nichols respondió: “Estados Unidos no discute sobre sanciones pendientes, entonces no podríamos discutirlo”.
Y Cruz le replicó con vehemencia: “Usted se niega a responderme y esto no cambia. Hace un año le escribí al secretario Blinken sobre exactamente este mismo tema, sancionar a Cristina Fernández en la sección 7031C y el departamento de Estado me respondió hace un año atrás lo siguiente: “El presidente Biden y el secretario Blinken tienen la prioridad de pelear globalmente contra la corrupción usando todas las autoridades legales disponibles para ello”. Eso fue un sinsentido en ese momento y es un sinsentido ahora. Un año después es indiscutible que es una cleptócrata ¿Por qué el Departamento de Estado de Biden le da un salvoconducto?”.
Nichols: “Evaluamos cada caso, no discutimos casos específicos antes de tomar una acción. Nosotros tenemos programas anticorrupción muy robustos”.
Cruz: Le pregunto por qué no siguen la ley y usted no responde a esa pregunta.
Nichols: Mi respuesta es que no discutimos públicamente sanciones pendientes.
Cruz: Pero no está pendiente está ahí hace mucho tiempo.
Sin darse por satisfecho, luego Cruz cambió de tema.
El senador republicano por Texas había enviado el año pasado una carta al secretario de Estado Anthony Blinken en la que pidió que sancione a la vicepresidenta y a sus familiares directos del mismo modo que el Departamento de Estado castigó, en marzo del año pasado, al expresidente de Ecuador, Abdalá Jaime Bucaram Ortiz, y luego al vicepresidente de Paraguay, Hugo Velázquez, por corrupción. A estos funcionarios y sus familiares se les canceló la visa de ingreso a los Estados Unidos.
En su carta a Blinken, Cruz había expresado: “Escribo con preocupación ante el grave desafío para la seguridad nacional de los Estados Unidos por la corrupción en el Hemisferio Occidental y le urjo imponer medias anti-cleptocracia del Congreso en el caso de la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner”.
En ese entonces el canciller Santiago Cafiero reaccionó ante el reclamo de Cruz y en un tuit calificó a Cruz de «ignorante» y dijo que “la persecución judicial a CFK está impulsada por intereses ideológicos que nacen fuera de Argentina”. “Cuidamos nuestra democracia”, advirtió.
Ante una consulta de Clarín sobre el pedido del senador Cruz y la respuesta de Cafiero, un portavoz del Departamento de Estado había dicho que “en los Estados Unidos, como en Argentina, tenemos diferentes ramas de gobierno que actúan independientemente” y sobre el juicio a Cristina Kirchner y su impacto regional, el portavoz señaló que “es un asunto judicial interno de Argentina”.
El embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, dijo sobre Cruz que “es un senador con algunas características peculiares” y lo definió como “particularmente ruidoso y polémico, con un estilo que tiende a buscar la notoriedad a partir de intervenciones que generen titulares».
En julio, la legisladora estadounidense María Elvira Salazar había presentado en la Cámara de Representantes un proyecto de ley para exigir a Biden que investigue supuestos casos de corrupción de cinco funcionarios argentinos, entre ellos la vicepresidenta. También señalaba a su hijo Máximo, al viceministro de Justicia Juan Martín Mena, al senador Oscar Parrilli y al procurador del Tesoro Carlos Zannini.
La legisladora había dicho entonces que la vicepresidenta había hecho «un pacto con el diablo que puede tener consecuencias de proporciones bíblicas».
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