Proteccionistas son acusadas del supuesto hurto. La policía no la encuentra y la familia dueña del animal promete una importante recompensa.
El sábado pasado por la noche una lamentable situación afectó a una familia del barrio Pipino Ferreyra en Campo Quijano: su querida llama «Pococha» desapareció misteriosamente. Como aún no han recibido noticias sobre su paradero, decidieron ofrecer una recompensa de 50 mil pesos a cualquiera que pueda proporcionar información precisa sobre dónde se encuentra el camélido. «Si tienes información valiosa, por favor comunícate al (011) 6285-0740», reza el pedido de la familia en las redes sociales y medios locales.
La llama «Pococha» solía habitar en un espacio verde cerca de la casa familiar en el barrio Pipino Ferreyra. El robo ocurrió el sábado por la noche. Según la familia, las personas que se llevaron a «Pococha» eliminaron cuidadosamente cualquier rastro que pudiera haber dejado la llamita con sus huellas.
Existe la sospecha de que posiblemente un grupo de proteccionistas de animales podría estar involucrado en la desaparición, tal cual es la versión que circula en el pueblo. Al parecer varias personas identificadas como cuidadores y amantes de los animales venían apurando a los Barboza por la tenencia de la llama «Pococha» en uno de los espacios verdes del barrio. Incluso se habían manifestado en redes sociales diciendo sobre lo «inhumano que resultaba tener un animal de esta especie sin cuidado adecuado y en un terreno cualquiera».
Precisamente días atrás, un grupo de proteccionistas compartió la imagen de la llama «Pococha» que solía habitar en el espacio verde cercano a la casa familiar. Estos activistas solicitaban que alguien la sacara de allí, lo que levantó sospechas en la familia sobre si estas publicaciones podrían haber motivado a alguien a llevarse a «Pococha».
Para la familia, «Pococha» no era simplemente un animal, sino una mascota muy querida, especialmente para la pequeña Triana. La niña solía cuidarla en el corral ubicado en el patio trasero de su hogar. Luego creció el animal y la dejaron en el predio del barrio. Yanina, madre de la niña e integrante de la familia, expresó su descontento diciendo: «Las proteccionistas solo expusieron a ‘Pococha’, ni siquiera se acercaron a preguntar o ver en qué condiciones vivía», dijeron.
Oscra Delfin Barboza y Yanina, su hija
Es lamentable que «Pococha» haya desaparecido de Campo Quijano, posiblemente trasladada por personas en nombre de su amor por los animales. Sin embargo, estas acciones impulsivas pueden empeorar una situación. El verdadero cuidado y protección de los animales requiere un enfoque más informado y compasivo. Algunos pobladores de Quijano se sienten indignados por el robo de «Pococha» y consideran que quienes lo hicieron deben reflexionar sobre la verdadera forma de ayudar a un animal indefenso en lugar de actuar de manera precipitada.
«Siempre la tuvimos bien cuidada. Incluso tiene sus papeles sanitarios. Tiene alrededor de 3 años la llama. Nos las regaló un amigo de Salta que no la podía tener en su finca. Yo no sé por qué de tanta saña e intolerancia. ‘Pococha’ es nuestra mascota y no molestaba a nadie. Los chicos del barrio se acercaban a ella y la cuidaban. Tuvimos que salir a ofrecer una recompensa porque no teníamos novedades de nuestra mascota», dijo Oscar Delfín Barboza, el abuelo de la familia y quien trajo a la llama a su hogar de barrio Pipino Ferreyra.
Qué dice la ley
La ley 22.421 de Argentina establece una protección especial para la fauna silvestre, garantizando la preservación de especies en peligro de extinción, regulando la caza y promoviendo el cuidado del entorno natural en el que habitan.
En cuanto a la tenencia de animales como mascotas en Argentina, se permiten una variedad de especies, incluyendo hurones, ardillas, conejos, hámsters, caballos, llamas, ciervos, cabras, ovejas, chinchillas, y cobayos, además de los tradicionales perros y gatos. Esta diversidad de opciones permite a los amantes de los animales elegir compañeros que se adapten a sus preferencias y necesidades.
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