Tras ganarle a Sarmiento, el equipo de Jorge Almirón empató 0-0 ante el Tatengue, al que le anularon un tanto de Corvalán por una milimétrica posición adelantada.
La intervención decisiva y errónea del VAR, que le anuló un gol legítimo a Claudio Corvalán por una milimétrica posición adelantada, privó este jueves a Unión de una victoria legítima ante un Boca que volvió a tener una pobre actuación lejos de La Bombonera y que terminó con 10 por la expulsión de Esteban Rolón, quien le cometió una dura infracción a Federico Vera. El equipo de Jorge Almirón llegó a Santa Fe con la idea de sumar su segunda victoria seguida en el torneo y terminó conformándose con el empate con el 0-0, válido por la fecha 23 de la Liga Profesional de Fútbol.
Boca, una vez más, tuvo un primer tiempo para el olvido, con intermitencias, con más intenciones de lo que pretende el técnico Jorge Almirón pero con pocos resultados, con malas resoluciones en las salidas que obligaron, otra vez, a las buenas respuestas del arquero Sergio Romero. Y el segundo tiempo fue aún peor.
Durante los primeros 45 minutos tuvo dos momentos destacados. Uno, de pelota parada, a los 5 minutos. Llegó un córner desde la derecha, combado, Valentini ganó en lo alto y el cabezazo se fue apenas desviado. El otro, a los 22 minutos, en una gran jugada colectiva, de izquierda a derecha, con un pase preciso de Pol Fernández para Weingandt pero el lateral, apurado, se llevó la pelota por delante.
Se nota en los últimos partidos una sana intención del equipo de tener un juego asociado, paciente, para construir los caminos hacia el arco rival. Pero por ahora son esporádicos, mínimos. Y algunas búsquedas, no le funcionan a Almirón: Juan Ramírez fue intrascendente jugando detrás de Merentiel y no hubo asociaciones entre Fabra y Barco por izquierda.
En cambio Unión, aunque no tuvo tanto el balón, fue más punzante e incisivo en ataque. Tras unos primeros minutos de dominio visitante, se acomodó mejor y empezó a exigir a Romero, primero con un cabezazo de Calderón, luego cortando una buena jugada ante la llegada de Corvalán y finalmente ante Zenón (antes Figal bloqueó bien un remate de Roldán). A los 37 minutos, el juvenil Domina se fue hacia el gol y el remate lo devolvió el palo pero la jugada fue anulada por posición adelantada.
La segunda etapa se desvirtuó enseguida con ese fallo polémico del VAR, que trazó la línea roja del de Corvalán por delante de la azul de Valentini. Había sido un gran pase de Machuca para el capitán tatengue, que definió con un potente zurdazo y la pelota se metió entre las piernas de Romero. La única que no pudo agarrar el arquero, finalmente no fue gol.
Almirón reaccionó enseguida con dos rápidas modificaciones: Rolón por Ramírez y Sandez por Fabra. Pero no mejoró Boca, por el contrario, Unión siguió siendo protagonista, con las buenas actuaciones de Imanol Machuca y Kevin Zenón. Que se pronunció tras la expulsión de Rolón a los 28 minutos del segundo tiempo y otra vez Boca terminó jugando como una línea de cinco, como ante Sarmiento, pero esta vez para sostener el cero en su arco.
La expulsión de Rolón, a diferencia del gol anulado, fue una muestra de cómo el VAR ayuda a corregir los errores arbitrales. De entrada, Andrés Merlos sólo amonestó al jugador de Boca. Pero después fue a revisar la jugada y, tras varias, repeticiones, decidió anular la amarilla y mostrarle la roja al volante.
En los siete minutos del tiempo adicionado, Unión tuvo dos clarísimas chances de gol y Chiquito Romero sostuvo otra vez su valla en cero, primero sacó un remate de Corvalán, luego una arremetida de Zenón y finalmente atrapó el último remate de Gordillo.
Una situación muy curiosa ocurrió en la jugada en la que Romero rechaza el remate de Corvalán. La pelota estaba en el aire, el jugador de Unión la esperaba mientras que el paraguayo Bruno Valdez se fue agachando de a poco, como si tuviera un retorcijón de estómago. En realidad, el capitán de Unión gritó “mía, mía”, y el jugador xeneize se quedó parando y se achicando pensando que era Chiquito Romero el que había gritado.
Las estadísticas finales del partido muestran cómo decreció Boca en el juego, que terminó con un 59 % de posesión en el primer tiempo y con el 49 % en todo el partido. Unión tuvo 21 remates, 6 al arco, mientras que el Xeneize solo 4, ninguno al arco. Así, además, estiró su mala racha en el torneo en especial de visitante, condición en la que apenas ganó uno de los últimos siete encuentros.
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