El entrenador no estuvo en el banco porque debió cumplir una fecha de suspensión que le había impuesto la Conmebol.
Tal como le había sucedido a Marcelo Gallardo el martes en Porto Alegre, Guillermo Barros Schelotto debió seguir el encuentro de vuelta entre Boca y Palmeiras desde un palco del Allianz Parque de San Pablo, aunque el entrenador xeneize no incurrió en los incumplimientos que registró su colega en el duelo entre River y Gremio, según informó Clarín.
El Mellizo se ubicó en uno de los palcos del moderno estadio de Palmeiras junto a Juan Carlos Crespi y al entrenador de arqueros, Juan José Romero. En el campo de juego, la batuta en el banco la llevaron Gustavo Barros Schelotto y Ariel Pereyra, los ayudantes del Mellizo.
Gustavo Barros Schelotto fue el encargado de dar las indicaciones desde el banco de Boca. (Foto: Marcelo Carroll)
A Guillermo, quien había sido castigado por la Confederación Sudamericana de Fútbol por haber entrado tarde al segundo tiempo del partido de ida, se lo vio bastante tranquilo, incluso cuando Palmeiras pasó al frente, y sin interactuar a través de algún dispositivo móvil con sus ayudantes, como había hecho Gallardo el miércoles.
En virtud de la sanción que le había impuesto la casa madre del fútbol sudamericano, el entrenador de Boca tampoco pudo estar junto a los futbolistas antes del partido y durante el entretiempo ni tampoco comparecer en la conferencia de prensa posterior al cotejo.
Esta fue la segunda suspensión que Guillermo debió purgar en esta edición de la Copa Libertadores. El DT también se había perdido la revancha de la serie de octavos de final frente a Libertad en el Defensores del Chaco.
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