Alfaro lo quiere para pelear el puesto con Wanchope Ábila. Puede estar para los cuartos de final de la Libertadores.
Franco Soldano podría haber estado vinculado por siempre a los colores rojo y blanco. No solo por su pasado en Unión, club en el que aprendió a valorarlo Gustavo Alfaro: en 2017, Marcelo Gallardo había querido llevárselo a River como reemplazante de Lucas Alario, a quien acababa de incorporar el Bayer Leverkusen. Pero el destino quiso que la historia se escribiera de otra manera y hoy el cordobés aspira a hacer pronto historia con el azul y oro.
Boca fue a buscarlo al Olympiakos de Grecia, adonde había marchado en enero pero no terminó de hacer pie, tanto que jugó apenas 9 partidos en todo el semestre y ahora no fue incluido en la lista de la pre-Champions. Así que la operación se cerró en un préstamo por 18 meses a cambio de 300 mil dólares y con una opción de compra de 5 millones de dólares, según confirmaron a Clarín fuentes del xeneize.
La llegada de Soldano busca alimentar la competencia internacon Ábila (al menos por ahora, el 9 titular) y Jan Hurtado. Wanchope, sin una «amenaza» detrás, pierde intensidad en cada entrenamiento. Y hoy el venezolano es pura voluntad y destreza física, pero todavía no incorporó el chip futbolístico del equipo.
Alfaro ve en Soldano la posibilidad de adaptarse al sistema de juego (4-4-2) porque lo utilizó mucho tiempo en Unión, tiene una presión constante sobre la salida del rival y le podría agregar un recurso que hoy el equipo no tiene: cabezazo. El juego aéreo es quizá el punto más fuerte del cordobés de 1,86m. Con él cuenta Boca para reforzar sus sueños.
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