La Sala I de la Cámara Federal porteña confirmó este lunes el procesamiento con prisión preventiva de Gabriel Carrizo, señalado como jefe de los «copitos», como partícipe secundario en el ataque a la vicepresidenta Cristina Kirchner. En la misma resolución se dictó la falta de mérito para Agustina Díaz y en consecuencia, se ordenó su inmediata liberación.
Los camaristas analizaron los últimos procesamientos dictados por la jueza federal María Eugenia Capuchetti en el marco del expediente que investiga el intento de homicidio contra la vicepresidenta de la Nación. En un segundo tramo de la investigación, se avanzó en la acusación de Nicolás Carrizo y Agustina Díaz, quienes fueron procesados como partícipes secundarios del delito de homicidio calificado, agravado por el empleo de armas de fuego, alevosía y la premeditación, en grado de tentativa.
Al momento de analizar el grado de responsabilidad de Carrizo y Díaz los jueces Mariano Llorens, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi resolvieron confirmar los delitos atribuidos al denominado «jefe de los copitos».
Sin embargo, consideraron que aún no había elementos suficientes en el expediente para responsabilizar a Agustina Díaz.
En la resolución a la que accedió Clarín, la Sala I de la Cámara sostuvo que el conocimiento de Díaz sobre el arma empleada para el ataque a Cristina Kirchner, «a través de una fotografía enviada por mensaje y las referencias a (Brenda) Uliarte relativas a las eventuales implicancias de su conducta, no permiten constituir –de momento- el grado de intervención» en el ataque.
Bajo este análisis, los camaristas indicaron que con los elementos hasta ahora colectados en la causa «no se ha evidenciado en Díaz ningún despliegue adicional de conducta -repetimos, de momento- que permita asignarle a su conducta relevancia jurídico-penal».
Por ese motivo se ordenó a la jueza Capuchetti que excarcele a Agustina Díaz. Le solicitaron que profundice la investigación en busca de otros elementos que posibiliten clarificar si la joven de 23 años tuvo algún grado de participación o no en el atentado que sufrió el pasado 1 de septiembre la vicepresidenta.
Se pidió que los investigadores recaben «los registros fílmicos de las cámaras de seguridad –públicas y privadas- de las zonas donde impactaron las celdas de los teléfonos celulares de las personas imputadas y de la localización compartida por éstas (informe técnico de la D.A.J.U.D.E.C.O. obrante en autos), a los efectos de poder arrojar mayor luz sobre si existieron reuniones entre ellos, ya sea previamente al hecho o –según el caso- con posterioridad».
Asimismo, se le sugirió a Capuchetti que impulse un relevamiento de otros contactos de la agenda del aparato celular de Díaz, «con el objeto de establecer conversaciones que puedan brindar precisiones sobre un posible aporte efectuado por la nombrada en forma previa al suceso y/o en forma posterior».
Díaz, amiga de Brenda Uliarte, había sido detenida el pasado 13 de septiembre por su “posible connivencia» en la planificación del atentado contra la vicepresidenta.
La detención se produjo a raíz del análisis del celular de Uliarte, en el que se detectaron comunicaciones «de contenido fuerte e importante» que ambas mantuvieron en las horas posteriores al atentado contra Cristina Kirchner. Se sospechaba que Díaz podría estar vinculada al atentado.
Cuando fue indagada por primera vez, Díaz había dicho que hacía meses su amiga «venía diciendo que quería asesinar a Cristina», pero añadió que «nunca» creyó que «sería capaz de hacerlo».
Y la describió: «Brenda siempre fue una persona muy fantasiosa, muy manipuladora, muy mentirosa. Yo le juro que de verdad no creí que la fantasía que tenía ella iba a pasar a hacerla realidad”.
Días después, en una ampliación de su declaratoria, sostuvo que Fernando Sabag Montiel «sabía disparar» pero aseguró que Uliarte «no le erraba».
Carrizo continuará detenido
Con la confirmación del procesamiento como partícipe secundario, los integrantes de la Sala I de la Cámara Federal porteña avalaron la decisión de la jueza de sostener la prisión preventiva de Carrizo.
«Gabriel Nicolás Carrizo deberá responder como partícipe secundario del delito de homicidio en grado de tentativa agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por haberse cometido con un arma de fuego, en concurso real con falsificación de documento públicos, hecho por el cual deberá responder en calidad de autor», indicaron los jueces en la su resolución.
La detención se produjo tras la información obtenida del informe pericial realizado sobre el teléfono celular que Carrizo había entregado voluntariamente a la Justicia.
En el inicio de la investigación al joven se lo detuvo como posible encubridor del atentado a la vicepresidenta tras las comunicaciones que mantuvieron con Uliarte después del hecho.
Por otro lado, se explicó que su encarcelamiento no está vinculado al plan de ataque que se realizó el jueves 1 de septiembre ya que no hay registros fílmicos que lo ubiquen en la escena de los hechos.
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