Desde que fue reestatizada en el 2008, la empresa aérea estatal gastó un promedio diario de un millón y medio. La salida de Latam y el posible retiro de las low cost, genera un buen escenario para la empresa.
Según una publicación que realizó Clarín hoy, Aerolíneas Argentinas ya les ha costado a los argentinos entre 5 y 7 millones de dólares desde que fue reestatizada en 2008, de los cuales solo una pequeña porción favoreció al desarrollo turístico local.
En el artículo se asegura que la mayor parte de estas pérdidas ocurren en destinos como Orlando, Cancún, Punta Cana o Miami, utilizados por personas de altos ingresos. A esas pérdidas, deben sumarse los más de 400 millones de dólares que aún deben abonarse a los antiguos accionistas por el laudo arbitral que condenó a nuestro país por la irregular expropiación de Aerolíneas cuando era propiedad de Marsans.
En referencia a los últimos números de mercado, el Diario informó que la participación del mercado bajó al menos 65% en vuelos de cabotaje y a menos del 20% en vuelos internacionales. Uno de los factores que influyó en esto fue la aparición de las low cost, que provocaron mayor cantidad de gente interesada en viajar en avión pero a bajo precio.
El problema ahora es que estas empresas pretenden ser sacadas de su área operacional ya que no ayudan a mejorar las finanzas de la compañía aérea estatal. Una de las opciones que manejan desde el Gobierno es eliminarlas o bien, dejar de volar a destinos internacionales donde se pierde más dinero.
Ahora, con la aparición del COVID-19, que perjudicó la industria aerocomercial y el turismo, se suma la salida de Latam y con ello se generó un escenario ideal para Aerolíneas que solo debe enfrentar dos competidores que no cuentan con la billetera del Estado ni con los favores sindicales.
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