Serio. Lionel Messi mantuvo ese gesto apenas escuchó el pitazo final de la durísima caída aquí en Lusail, pero saludó a cada compañero en el círculo central, lugar de encuentro de los jugadores argentinos para luego encarar en manada hacia el vestuario. Allí, hubo silencio. A la salida, El capitán fue uno de los que tomó la palabra al pasar por la zona mixta. Autocrítica, lamentos, pero un mensaje de optimismo fue lo que transmitió el 10 en una tarde qatarí para olvidar.
En la misma contestación, Leo aprovechó para bajar línea como líder y marcar el camino de cara a lo que viene: «Este grupo siempre se destacó por la unión y por la fortaleza y es el momento de estar más unidos que nunca y de saber que tenemos que volver a las bases del funcionamiento de nuestro juego para intentar ganarle a México. Es el momento de demostrar que somos un grupo de verdad».
Y agregó en el mismo tono arengador: «Es momento de estar unidos, de pasar la página y de no pensar más en esto que pasó. Sacar reflexiones, mejorar lo que hicimos mal y pensar en México. Siempre dijimos que íbamos a intentar ganar todos los partidos y ahora más que nunca».
Messi, que de penal el 1-0 transitoria, que significó su sexto tanto en Mundiales, fue claro a la hora de encontrar respuestas a lo que sucedió sobre el césped y esta sorpresiva derrota por 2-1 en el estreno de la Copa del Mundo.
«Nos encontramos con el gol muy rápido, tuvimos las situaciones de los goles anulados y en ese momento creíamos que íbamos a tener muchas más situaciones así. Por ahí caímos en el error de acelerarnos y de jugar de una y de no mover la pelota de un lado al otro.
La ansiedad y el partido en sí nos jugaron en contra. No encontramos situaciones para estar mano a mano con el arquero. No movíamos la pelota para encontrar el momento justo y muchas veces caímos en el fuera de juego, que ellos lo hacían muy bien también», fue su completo análisis del partido.
La Argentina tuvo tres gritos atragantados por posición adelantada. Uno de Messi y dos de Lautaro Martínez. Pero, además, cayó sistemáticamente en offside en otros tantos ataques. ¿Por qué? «Sabíamos que ellos hacían eso de tirar la línea alta. Nos aceleramos un poquito. Se juntaban bien y no dejaban espacios. No le encontramos la vuelta. Si alguno de los goles no hubiera sido anulado, eso ya te cambia la historia, pero ya no podemos cambiarlo. Después se pusieron 2-1 y nos empezamos a desordenar, a perder el funcionamiento, a jugar a lo desesperado, a los centros y no pudimos empatar. «, contó la Pulga.
Además, hizo una particular lectura de haberse puesto en ventaja rápido: «Haber hecho el gol tan temprano nos hizo confundir, nos hizo mal. Sabíamos que en el primer partido podía pasar esto de no jugar de la mejor manera como lo veníamos haciendo. No encontramos el juego que veníamos demostrando en todo este tiempo. Y a medida de que iba pasando el partido se hizo más difícil», explicó sin vueltas.
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