Lo aseveró en Cadena 365 TV, el exfiscal Alejandro Saravia, quien describió que en esa provincia concluye el circuito del tráfico de cocaína para luego embarcarse al exterior. Dijo que la situación en nuestra frontera es mucho más grave.
El abogado y exfiscal de Justicia, Alejandro Saravia, habló en Cadena 365 TV y se refirió al avance del narcotráfico en el país y dada su vasta experiencia, sostuvo que este problema no es de ahora, sino de siempre, aseverando que no es sólo un problema de seguridad sino de desarrollo en una zona en particular, donde las personas tengan oportunidades de trabajo y progreso.
Recordó que por los años 90, cuando fue vicepresidente de la C{amara de Diputados, “recorrí el norte, y llegué hasta Salvador Mazza y ahí hablando con la gente de Salvador Mazza y le pregunto por un barrio y me dicen “ese es barrio de los narcos”. En los ´90 también, casualmente, se privatiza YPF, se levanta YPF del norte, y hay tres países productores de cocaína que son Colombia, Perú y Bolivia. La producción de estos tres países es la que abastece a todo el mundo, quién no va a pensar que en una frontera porosa de 700 kilómetros que tenemos con Bolivia no va a entrar el narcotráfico. Lo escuchaba recién al ministro y yo creo que no es solo un problema de seguridad, es un problema de desarrollo de esa zona, sino la gente de qué va a vivir”.
Mencionó incluso, que países como Uruguay, que no tiene frontera con países productores “se cuestiona si legalizar o no, ¿por qué? Porque sucede más o menos como la Ley Seca de los años ´30 del siglo pasado en Estados Unidos, cuando vos prohibís una producción es una forma de estimular al mercado negro. La cocaína era de consumo y tráfico legal en nuestro país hasta el año 57, tanto es así que “merca” viene del laboratorio Merc Alemán, que es el que producía para vender en la farmacia, en la farmacia se vendía con receta médica entonces era controlado y no había un problema de narcotráfico, esto da motivos a que se discuta si se puede legalizar o no”.
Consultado Saravia sobre lo que ocurrió en Rosario, donde el narcotráfico había ganado las calles, el exfiscal consideró que lo sucedido allí es “un fenómeno particular”: “lo de Rosario era que los jefes de las distintas pandillas de traficantes estaban si bien presos, eran becados, porque los tipos manejaban toda la parte delictual del tráfico de drogas desde la cárcel, posibilitado por un sistema absurdo de interpretar los derechos humanos de los presos, resulta que por una cuestión de los derechos humanos los tipos podían manejar vía celular o teléfono fijo desde la cárcel e internet, manejaban todo el sistema. Eso se cortó por una decisión política del gobernador Pullaro y respaldado por la ministra Bullrich pero hay una decisión política, es un fenómeno aparte”
Luego volvió a la realidad de la frontera norte y dijo: “Nuestra frontera es la que abastece todo el circuito de tráfico de cocaína que concluye en Rosario y en Rosario se embarca; en Rosario a diferencia de lo que se sucede en provincia de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires es un gran problema por muchas cosas, entre otras cosas porque es absolutamente ingobernable y es inviable. En la provincia de Buenos Aires, en la que todo lo ilícito está regularizado digamos, el juego, el narcomenudeo que lo capitanea y maneja la propia policía por eso es que entre las bandas no hay lio, entre las bandas no se matan porque está administrado, está todo organizado todo el circuito por la propia policía, eso no sucedía en Rosario. Por eso en Rosario, había una disputa territorial, ahora se aplacó porque se pusieron las botas”.
A su entender, Saravia, subrayó: “Lo nuestro es mucho más grave que lo de Rosario, porque Rosario debe ser el tercer puerto de mayor movimiento y circulación del mundo, es una zona desarrollada, el epicentro de la zona desarrollada de la república Argentina, Rosario es el centro. Lo que nosotros tenemos en el norte es la parte subdesarrollada de la Argentina con la parte norte, Formosa, Chaco, toda la banda que da sobre el Bermejo y el río Paraná, entonces por la zona de Formosa y el Chaco entra la marihuana, por la zona de Bolivia que es la productora de cocaína entra la cocaína y todo eso va a confluir a la zona de Rosario y de ahí se expande a todo el mundo, vía la ruta 34 o vía el río Paraná.
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