Luego de unos días de merecidas vacaciones, el delantero retornará a Inglaterra. Pero el Araña necesita cambiar de aire y ya se lo comunicó a los patrones del club
“Me voy con bronca por no haberle dado ni un gol a esta Selección”. Con esa frase se despidió Julián Álvarez de los Juegos de París a los que había llegado para colgarse la medalla de oro y completar lo que ningún futbolista en la historia: ganar Mundial, Copa América, Copa Libertadores, Champions League y Mundial de Clubes. Pero se quedó con las ganas el cordobés y el balance final no le dio positivo porque tuvo un rendimiento por debajo de lo esperado. Se le evidenció demasiado el trajín de la temporada al Araña (75 partidos), que, eso sí, dejó hasta la última gota de sudor en la eliminación contra Francia.
Existe otro Álvarez desde los Juegos: dejó de ser el chico callado que se esconde para pasar desapercibido. En París fue uno de los líderes de la Selección Sub-23 a la hora de hablar con los árbitros o de enfrentar a la prensa en momentos duros. Igual, lo más potente de sus días en Francia fue que se animó a confrontar con Pep Guardiola, su entrenador en Manchester City.
«He jugado mucho la temporada pasada, aunque por ahí a uno le jode estar afuera en partidos importantes porque siempre quiero jugar para ayudar al equipo desde adentro de la cancha», contó Álvarez en Clarín. Rápido, desde la pretemporada de Estados Unidos, el catalán recogió el guante. «Leí que quiere jugar más y va a pensar su futuro. Que lo piense y nos informe», disparó Pep. «Lo escuché y no tengo mucho por decir. Nunca dije nada malo», cerró el tema Julián.
Luego de unos días de merecidas y necesarias vacaciones, el delantero retornará a Inglaterra. Pero la decisión del campeón del mundo está tomada: pretende irse de Manchester City. A esa determinación ya la conocen los dueños de club inglés, que se muestran esquivos a la hora de negociarlo y de responder sondeos.
Los apoderados de Julián están en Europa a la espera de una resolución. Atlético de Madrid, París Saint Germain y Chelsea son los equipos que pican en punta para quedarse con el cordobés de 24 años: ya elevaron propuestas. Bastante más: Julián tiene los jugosos números de los contratos personales sobre la mesa. En todos los casos, sería uno de tres mejores futbolistas pagos del plantel, cuestión que no pasa en el City (tiene uno de los salarios más bajos; cobra menos que Matheus Nunes, Mateo Kovacic y Nathan Aké, entre otros). En las últimas horas también se sumó Arsenal para tentarlo.
El precio de Álvarez es la cuestión por definir. El mercado actual está siendo, como mínimo, moderado. El City está plantado en 70 millones de euros más extras en variables. Las ofertas hasta ahora no alcanzan esa suma.
«¿Atlético de Madrid? No tengo nada que decir. Es nuestro jugador, volverá pronto. Lo abrazaré, lo felicitaré y empezaremos a trabajar juntos. Cuento con él», dijo Guardiola ayer tras la victoria 4-2 del City ante Chelsea en Ohio, bajando los decibeles respecto a su anterior declaración.
«No sé qué pasará, la verdad. En estos días estuve más enfocado en el torneo. Ahora, descansaré. Estoy tranquilo», soltó Julián al despedirse de París. Y cerró: «Estoy orgulloso porque nos entregamos hasta el final, creamos un montón de situaciones, fuimos de menos a más en el torneo. Nos quedamos con eso. Hay presente y futuro en la Selección».
Se avecinan días movidos para Julián Álvarez, ese delantero de relieve mundial que pretende un cambio de aire, un nuevo impulso para su carrera lejos de la ciudad de Manchester.
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