El oficialismo tenía “sólo” 117 legisladores para aprobar la quita de fondos a la Capital Federal y el diputado salteño fue uno de los 12 que ayudó al Frente de Todos.
Uno por uno, quiénes fueron los 12 opositores que ayudaron al Frente de Todos para avanzar contra Horacio Rodríguez Larreta
Las necesidades externas mermaron, pero fueron igualmente necesarias. Este martes, el Frente de Todos contó con el apoyo clave de 12 diputados que se dicen “opositores” para darle media sanción al proyecto que prevé una millonaria quita de fondos a la Ciudad de Buenos Aires. Fue el aporte justo para llegar al número mágico de 129. ¿Quiénes fueron esos legisladores que se sumaron (¿circunstancialmente?) al oficialismo para tratar de limar políticamente a Horacio Rodríguez Larreta?
Cinco votos salieron del interbloque Federal, donde conviven peronistas de distinto origen. Fue el que votó más dividido. El jefe del interbloque, Eduardo «Bali» Bucca, bonaerense y de la bancada Justicialista, figuró como «ausente». Su compañero, el salteño Andres Zottos, en cambio, volvió a estar del lado kirchnerista y votó a favor del proyecto que perjudica a Rodríguez Larreta.
El aporte más grande y con asistencia perfecta vino del interbloque Unidad Federal para el Desarrollo. Es el grupo que auspició el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, apenas desembarcó en el Congreso. Se creó para ayudar al Frente de Todos y vienen cumpliendo con creces. Como la conduce el mendocino José Luis Ramón, en los pasillos del parlamento, les dicen «Los Ramones».
Desde allí salieron 6 votos. Además de Ramón, dieron el afirmativo:
1) Pablo Ansaloni, bloque Unidad y Equidad Federal, bonaerense.
2) Luis Di Giácomo, bloque Juntos Somos Río Negro, rionegrino.
3) Flavia Morales, bloque Frente de la Concordia, misionera.
4) Diego Sartori, bloque Frente de la Concordia, misionero.
5) Ricardo Wellbach, bloque Frente de la Concordia, misionero.
El voto de Di Giácomo generó pases de factura a Miguel Angel Pichetto. «Como él es de Río Negro, en su momento negoció bajar la lista de candidatos a senadores en la provincia de Juntos por el Cambio, para que gane cómodo Alberto Weretilneck. Y ahora resulta que los diputados de él nos votan en contra», aseguró una fuente opositora.
Los 3 lavagnistas de Consenso Federal se abstuvieron: Graciela Camaño, Alejandro «Topo» Rodríguez y Jorge Sarghini. También lo hicieron los santafesinos Luis Contigiani (Frente Progresista Cívico y Social) y Enrique Estévez (Socialista).
Mientras que los 4 restantes, los que componen Córdoba Federal y responden al gobernador Juan Schiaretti, lo hicieron sorpresivamente a favor del proyecto K. Aun cuando ya había arrancado la sesión, puertas adentro aseguraban que lo harían en contra.
Schiaretti, de muy buena relación con Mauricio Macri durante los cuatro años de Gobierno de Cambiemos, había sido el único gobernador peronista que no había firmado una solicitada de apoyo a la quita de fondos a Larreta. Y busca siempre hacer equilibrio entre su filiación peronista y el fuerte sentimiento anti K que prima en la provincia. Por eso se mostró varias veces distante de Alberto Fernández y siempre muy crítico de Cristina Kirchner.
El acompañamiento genera preguntas. ¿Cómo tomarán los cordobeses esta ayuda para castigar el funcionario más importante de Juntos por el Cambio y acompañar un proyecto impulsado por el kirchnerismo más duro? ¿Qué pasó para que los cuatro diputados terminaran votando así? Una del cuarteto es nada menos que la pareja del mandatario cordobés, Alejandra Vigo. Los otros tres: Paulo Cassinerio, Carlos Gutiérrez y Claudia Márquez.
Según recordaron medios cordobeses, estos dos últimos estuvieron el domingo celebrando el triunfo del PJ en Río Cuarto, donde retuvo la intendencia. A ambos se los ve en las fotos: incluso a Gutiérrez, tomado de la mano con Eduardo «Wado» de Pedro, ministro del interior.
«No sé si arreglaron ahí, pero sí sé que hay buena sintonía entre Wado, Sergio (Massa) y Schiaretti», agregó una fuente del oficialismo a Clarín. El gobernador no viajó ese día a celebrar el triunfo: se argumentó que era «persona de riesgo».
Otra versión que circulaba este martes temprano aseguraba que, en medio de la negociación en el recinto, Schiaretti no le atendió el teléfono a Larreta. El dato no pudo ser confirmado aún.
Respecto a los porqués del giro, hay dos necesidades del gobernador que están sobre la superficie y podrían condicionarlo. Una económica y se refiere a la necesidad de ayuda de parte del Gobierno nacional para sostener sus cuentas. La otra es política: Schiaretti podría correr el riesgo de perder la elección legislativa del año próximo contra Juntos por el Cambio, por el impacto de la grieta en su distrito, y ya habría iniciado conversaciones para sumar al Frente de Todos dentro de su armado («Hacemos Córdoba»). Fue el modelo que usaron en Río Cuarto y que les permitió retener una intendencia clave.
El último voto opositor fue el de la neuquina Alma Sapag. Aunque integra el mismo espacio que el gobernador Omar Gutiérrez, cerca del mandatario se preocuparon en aclarar que «ella es más cercana a los Sapag y se mueve con autonomía».
Los otros 117 «afirmativos» salieron del Frente de Todos, que no tuvo fisuras. Estuvo ausente José de Mendiguren, de licencia, y no votó Massa, por su rol de presidente.
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