Las autoridades cree que los cambios políticos, los movimientos en las cúpulas policiales y las internas en Seguridad sirvieron de caldo de cultivo para que afloren las internas entre los violentos en las tribunas.
Hinchas encapuchados con palos, cuchillos y armas de fuego en Mendoza durante Independiente Rivadavia-Atlanta. Un hincha muerto en el medio de un enfrentamiento de barras previo al clásico bahiense entre Olimpo y Villa Mitre. Una pelea al estilo de los viejos taitas, con facas, en Mataderos. Todo, en un febrero caliente. Fútbol y violencia, cóctel explosivo. Con los barras más sacados en el medio del cambio de signo político en la Casa Rosada.
Los incidentes en el República de Mataderos, el domingo en Nueva Chicago-Temperley, tuvieron una negativa repercusión a nivel nacional. El hijo del jefe de la barra de Chicago apuñaló a un joven de 24 años que respondería a otra facción que se disputa el poder de la tribuna.
Pero, ¿a qué se debe el recrudecimiento de la violencia en las canchas? Para algunos dirigentes tiene que ver con una cuestión política. “Los barras se sienten más impunes que nunca”, deslizan en los organismos de seguridad. En la mayoría de las canchas, especialmente en la provincia de Buenos Aires, hubo un apoyo masivo con banderas y cánticos a favor del kirchnerismo. Para otros actores obedece a los movimientos en las cúpulas policiales y a la interna que existe entre la ministra de Seguridad, Sabrina Frederic, y su par bonaerense Sergio Berni.
Este martes, por lo pronto, el Comité de Seguridad en el Fútbol que depende de la Ciudad de Buenos Aires suspendió la cancha de Nueva Chicago por tiempo indeterminado. El club tendrá que mudar su localía y jugará sus próximos partidos a puertas cerradas. Pagarán justos por pecadores. Los hinchas genuinos se verán impedidos de ver a su equipo.
Además se le aplicó la prohibición de concurrencia a Alejandro Chana, alias Kily, el capo de la hinchada; Martín Pomponio, quien fue atacado por Brandon Chana, el hijo de Alejandro, quien hasta anoche se encontraba prófugo; y Ariel Fortuna y Lucas Mesón, otros de los revoltosos de la popular. Por 48 meses no podrán ingresar a los espectáculos deportivos. Y se trabaja con fotos y videos para identificar al resto de los violentos. Serían unos 100 los que tendrían el derecho de admisión.
Los disturbios le dieron impulso a los cambios que piensan imponer desde la Ciudad. A partir del 1° de marzo empezará a funcionar una Fiscalía especial de Investigaciones para el fútbol que estará a cargo de Celsa Ramírez. La abogada misionera, que es la titular de la Fiscalía de Primera Instancia en lo Penal, Contravencional y de Faltas N° 30, estuvo a cargo de la intervención en los hechos delictivos del Superclásico que se jugó en la Bombonera el 22 de octubre. Estará secundada por Gustavo Lugones, quien trabajó en el Ministerio de Seguridad.
“Estamos trabajando para erradicar de una buena vez por todas la violencia”, le dijo Guillermo Madero a Clarín. El ex director nacional de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos está al frente de comité de Seguridad en el fútbol que depende del Ministerio de Justicia porteño. Y hay dos resoluciones que se conocerán el mes próximo: un registro único de barras y la prohibición de trasladar bombos y banderas.
¿Cómo funcionará? Las autoridades les pedirán a los dirigentes los nombres de los barras quienes serán incluidos en una base de datos. Y aquel que tenga antecedentes de violencia o un prontuario será impedido de ingresar a cualquier cancha argentina. Además los clubes deberán decidir si permiten guardar las banderas y los bombos en sus propias instalaciones. “Hay que cambiar los procedimientos”, dijeron fuentes del Gobierno porteño. Y esa medida tiene como objetivo evitar la elusión del cacheo. “No queremos más que entren con los trapos y debajo de ellos se escondan armas y falopa”, apuntó el informante.
La Policía sospecha que las facas que los barras de Chicago utilizaron estaban dentro del club o se ocultaron entre las banderas.
A partir de esas resoluciones las autoridades pretenden que los dirigentes se hagan cargo de sus barras. “Nadie podrá decir que no los conocen; mucho menos si les permiten cobijar los trapos en sus canchas”, apuntaron en el Ministerio de Seguridad porteño.
Será apenas un parche para la ley ‘antibarras’ que se presentó en el Congreso hace dos años y se aprobó en la cámara de Diputados, pero fue cajoneada. Al menos, en el ámbito porteño hay voluntad de ir a fondo con el tema. Pero ni está en discusión el regreso de los visitantes.
En la Provincia, en cambio, la Agencia de Prevención de la Violencia en Espectáculos Deportivos seguirá organizando partidos con ambas parcialidades. Sin ir más lejos, el fin de semana próximo uno de los partidos de la Superliga será con público visitante.
Un febrero agitado
Sólo en febrero se registraron al menos ocho hechos delictivos que implicaron a barras del fútbol argentino. La siguiente es la siniestra síntesis: Los incidentes en la pileta de Boca. El 4, las internas de la barra se trasladaron a la pileta del club donde varias familias pasaban el día. En el predio estaban varios integrantes de las facciones de Caminito -forma parte de La Doce- y de Caseros. Hubo un enfrentamiento, llamadas al 911 y testigos que aseguraron que hubo botellazos y que incluso se vio un arma blanca.
La muerte en Bahía Blanca. El 9, en la previa del clásico entre Olimpo y Villa Mitre, ambas parcialidades entablaron un enfrentamiento que produjo heridos y la muerte de un fanático del primero de los equipos y que fue identificado como Sergio Emanuel Castillo, de 28 años. En cambio, nadie fue identificado como el autor del crimen.
Un partido suspendido por un enfrentamiento entre barras y policías. También el 9, Cañuelas- San Martín debió ser suspendido por los incidentes ocurridos en las afueras de la cancha. Hubo corridas, piedrazos y balas de goma. Los hermanos Diego (27 años)y Miguel Suárez (25) y Ezequiel Juan (21) están acusados de los delitos de atentado a la autoridad agravado, lesiones leves e infracción a la ley 24.192.
Otro encuentro se suspendió a los 5 minutos.Ese fatídico 9, Leandro Rey Hilfer se vio obligado a parar Independiente Rivadavia-Atlanta cuando varios integrantes de la barra del equipo mendocino, con el rostro oculto por sus capuchas, exhibieron pistolas, palos y cuchillos en el medio de la tribuna y empezaron a amenazar a los hinchas que no alentaban. Hay una feroz interna que se originó tras la muerte del ex jefe de la barra brava Omar Jofré, el 24 de febrero de 2019. Su hermano Cristian se hizo cargo del lugar vacante y hay un conflicto de intereses.
La barra apretó a los jugadores de Independiente.El 11, con el clima aún enardecido en Avellaneda luego del clásico que Racing ganó por 1-0 con nueve jugadores durante la mayor parte del segundo tiempo, un grupo de aproximadamente 40 barras fue al predio de Villa Domínico. Aprovechando que las cámaras de TV estaban dentro de la sala de prensa, comenzaron a parar a los futbolistas que se retiraban en sus automóviles y a «explicarles» que el papelón del domingo no debía repetirse. Una vez que Silvio Romero terminó de dar sus declaraciones, los barras se retiraron. Por «casualidad» justo ese día hubo un cambio de personal de la seguridad que vigila el portón de entrada. Fue un apriete organizado.
Un herido de bala en Tristán Suárez. El domingo, antes de Tristán Suárez-Almirante Brown, hubo un enfrentamiento a cuatro cuadras del 20 de Octubre. Héctor Cuervo Strauss y Diego Conejo Ortiz, líderes de la barra del primero, están prófugos y son los principales sospechosos del crimen que tuvo como víctima a Dante Negro Gerez, un hincha histórico que tenía peso en la tribuna.
Los cuchillazos en la tribuna de Nueva Chicago. También el domingo una secuencia dantesca ocurrió en Mataderos durante el encuentro ante Temperley. Las cámaras captaron un enfrentamiento entre barras de Nueva Chicago que tenían armas blancas en su poder. El altercado habría comenzado luego de que Alejandro Kily Chana, el líder de la banda, fuera atacado en un ojo. Como respuesta inmediata la víctima, junto a su hijo Brandon y Ariel Fortuna, se apoderaron de unos cuchillos que habrían estado escondidos dentro de la cancha y tomaron venganza por mano propia.
Los disparos contra los hinchas.El lunes un micro que transportaba hinchas de Unión a Belo Horizonte para el partido ante Atlético Mineiro por la Copa Sudamericana que se jugará mañana, fue atacado con disparos por dos desconocidos que viajaban en un automóvil. El hecho ocurrió cerca de las 7 sobre la ruta nacional 168, a pocos kilómetros de la intersección con la ruta provincial 1. Según testigos, los sospechosos manejaban un Volkswagen Polo blanco.
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