La nave de la compañía de Elon Musk está pensada para llevar pasajeros a la Luna y a Marte.
La impresionante nave espacial con la que la compañía SpaceX intenta llegar a la Luna y a Marte aterrizó con éxito este miércoles en Texas, pero poco tiempo después explotó.
«Un magnífico aterrizaje», comentó SpaceX, dirigida por Elon Musk, en el video que transmitió en vivo el vuelo de prueba. Sin embargo al pie de la nave se veían llamas que fueron extinguidas por los equipos en el lugar y pocos minutos después el aparato explotó y se destrozó.
El cohete despegó impulsado por tres motores y luego viró para volar en posición horizontal. Llegó a alcanzar una altitud de 10 kilómetros antes de iniciar su descenso en forma vertical.
Ya en su regreso logró posarse en el lugar indicado, aunque para el final se observaba el fuego como de a poco ganaba protagonismo. Una vez que tocó tierra firme la nave se mantuvo de pie unos instantes hasta que finalmente estalló por los aires.
El incidente es la tercera explosión de este tipo, aunque en las dos anteriores -el SN8 y el SN9, sufrieron accidentes antes de aterrizar. Por lo que el equipo que desarrolló la nave lo toman como un avance exitoso.
Los ensayos se realizan en un área casi desierta arrendada por SpaceX en el extremo sur de Texas, cerca de México y al borde del Golfo de México. La zona es suficientemente amplia como para no causar daños ni víctimas.
La compañía de Elon Musk está desarrollando Starship con el objetivo de poder llevar personas y carga a la Luna, Marte y otros destinos distantes.
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