El jueves se presentará el proyecto de las autovías de Rosario de la Frontera hasta Libertador General San Martín y hay preocupación por el nuevo diseño.
Un nuevo mapa de conflictos y tensiones se están dibujando alrededor del nuevo trazado de las autopistas 9/34 y el jueves es la fecha clave para resolverlo o desactivarlo. El nudo está en dos puntos clave: Metán y General Güemes, las dos ciudades que quedarían afuera del circuito que diseña Vialidad Nacional para atravesar esas localidades en el trazado entre Rosario de la Frontera y Libertador General San Martín, según informo La Gaceta.
El lunes fue la primera reunión para debatir intereses, planear acciones y pensar propuestas, mientras que el miércoles será la nueva reunión de vecinos, legisladores provinciales, nacionales y gobiernos municipales y provincial. En el primer encuentro, realizado en la Legislatura provincial, los diputados nacionales Javier David, Guillermo Durand Cornejo, Pablo Kosiner y Evita Isa, junto a los intendentes de ambas localidades, representantes de vecinos y diputados provinciales, dialogaron sobre las preocupaciones y el posible plan de acción para una futura negociación con autoridades nacionales.
«Me tocaron el amor propio queriendo que hagamos todo lo que ellos quieren y nada de lo que queremos nosotros», cuenta a LA GACETA Daniel Conta, vecino y empresario de Metán, propietario de una estación de servicio sobre la ruta y que asegura representar a muchos conocidos y amigos en el pedido de consideración de las inquietudes locales.
«Vemos esto como un atropello total. No le consultaron absolutamente nada a nadie. Es un capricho que no tiene ningún sentido ni lógica», agrega. «No tiene sentido cambiar la traza cuando hace un año que se inauguró la travesía urbana. No hay inconvenientes ni accidentes», explica y cuenta que el problema que sigue sin solucionarse es el mal estado de las actuales rutas hasta Güemes. «Se pueden usar solamente dos de las cuatro manos porque están destruidas. No están pensando en modificar la ruta sino en sacar a Metán del mapa. A ellos no les cambia nada pero a la gente sí», dice.
Caídos del mapa
Para General Güemes la situación es similar, y así lo explica su diputado provincial Germán Rallé. «Güemes es una ciudad que se está desarrollando en su polo industrial y al cerrar el ferrocarril, más la quiebra del ingenio y la salida de Minetti, se perdieron muchas fuentes de trabajo. Muchas oportunidades laborales se generaron a partir de la traza de la ruta y dependen de ella para subsistir», argumenta.
Según apunta Emanuel Sierra, diputado metanense, unas 400 familias viven de comercios vinculados con la circulación del tránsito por la ruta. «Vialidad Nacional no escucha a la gente ni a los legisladores. Nos enteramos del nuevo trazado por artículos en la prensa. Estamos acostumbrados a los anuncios que no escuchan a la gente y no estamos en condiciones de que se afecten más fuentes de trabajo», agrega el bicidiputado, que anuncia además que los vecinos de Metán están preocupados por el aislamiento que significaría una circunvalación que se construiría a siete kilómetros al este del pueblo. «Buscamos una posición intermedia, de equilibrio. Que la Nación haga las obras y mantenga las rutas en buen estado. Hace años que no hay inversión», define.
Fernando Romeri, al frente del gobierno municipal de Metán, comparte la indignación de los vecinos y subraya la negativa al cambio de la traza. «Pedimos modificaciones que garanticen mejor transitabilidad pero que no afecten a una ciudad que vive de la ruta», dice. Entre las pretensiones colectivas, el intendente apunta la necesidad de inversión en la zona y mejorar las rutas que ya existen. «Tenemos todos los servicios instalados sobre la ruta. Queremos que se mejore lo que hay. Metán va a quedar aislado totalmente y no va a haber ninguna necesidad de pasar por la ciudad», agrega el mandatario.
Todos a la ruta
Ante la posibilidad de que el proyecto no se modifique, los vecinos autoconvocados de Metán no descartan cortar la ruta para reclamar contra el cambio de la traza. «Vamos a hacer lo que hacen todos los que consiguen algo, como en Orán. Nosotros no estamos haciendo nada ilegal ni cometiendo ningún delito. No vamos a dejar que hagan la ruta esa, es la realidad. No se va a dejar que se modifique la traza porque se puede mejorar lo que hay», agrega Conta.
Desde la intendencia, Romeri se alinea con los vecinos pero aclara que no avala ningún acto contravencional y que va a «agotar todas las vías administrativas» para los reclamos. Rallé se explaya: «si Nación no nos permite un diálogo, lo que hagan los vecinos escapa a nosotros».
Apoyo legislativo
Los diputados nacionales salteños escucharon el lunes los reclamos de Metán y Güemes y al respaldo de Rallé y Sierra se suma también el de David, que junto al resto de diputados salteños planea defender los intereses locales en el ámbito nacional. «Venimos hablando hace tiempo de la necesidad de escuchar el reclamo de los habitantes. Creemos que hasta la fecha el gobierno nacional no puso sobre la mesa los proyectos para poder opinar y entender que hay una realidad social que debe mirarse. No se trata solamente de un tema técnico sino también del miedo de la gente a perder su empleo y capacidad comercial», dice el legislador y advierte que si no se atienden estos reclamos «habrá problemas en el futuro».
Rallé coincide en la trascendencia del conflicto y enfoca en el daño probable y asegura que mucha gente que no consigue trabajo changuea en la ruta, venden regionales, comidas rápidas, carritos, además de la ocupación formal en restoranes, hoteles, negocios sobre la ruta. «Son 870 familias de Güemes que viven directa o indirectamente del impacto potencial de la ruta. A nosotros nos sacan la ruta y se genera una situación muy incómoda para mucha gente», dice y agrega que muchos caminos rurales quedarán cortados por el nuevo trazado, lo cual generará un tránsito inconveniente de tractores y vehículos de transporte de producción sobre la autopista.
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