Josefina Pinto fue víctima de reiterados intentos de femicidio.Logró escaparse de su hogar y fue hallada ayer por una de sus hijas en la terminal.
Sumida en el terror que su marido supo impartir de manera física y psicológica, en la madrugada de ayer una mujer de 61 años decidió fugarse de su hogar, luego de ser víctima de diferentes tipos de torturas por parte de su pareja. La última, de una gravedad extrema, fue hace un mes, cuando el hombre la picaneó con un destornillador caliente. Cegado por los celos y la maldad, la tenía encerrada en la casa donde convivían, en el barrio Limache, en la zona sur de esta ciudad, según informó El Tribuno.
El calvario, que se prolongó prácticamente toda una vida, fue denunciado ayer por Josefina Pinto, la mujer de 61 años quien en los últimos meses fue víctima de reiterados intentos de femicidios en manos de su marido, Héctor Armando Flores, de 60 años. Una de las últimas torturas que sufrió la mujer fue hace un mes, cuando su marido prendió una de las hornallas, calentó un destornillador y quemó sus partes íntimas. Fue uno de los feroces ataques que la mujer venía soportando.
En su denuncia la mujer sostuvo que en uno de los tantos ataques el hombre le arrancó parte de una de sus orejas con un machete. También que lesionó sus brazos con una sevillana, la picaneó con hierros calientes y hasta la llegó a ahogar tras practicarle un «submarino seco» -asfixia que se produce con una bolsa en la cabeza-. Son algunas de las prácticas de tortura que denunció la mujer contra su marido. Al cierre de esta edición el agresor seguía en libertad.
Según las declaraciones en una de las comisarías de esta ciudad por parte de la damnificada y sus hijas, la violencia engendrada en Héctor Armando Flores (60) viene desde siempre. Esa furia instalada en el seno familiar provocó el quebrantamiento de la relación de las hijas del matrimonio con su violento padre. De a poco las hermanas fueron dejando su hogar en busca de paz y seguridad, mientras Josefina siguió aguantando y terminó quedándose sola junto a su marido. La castigada mujer imaginó que al quedarse solos se produciría algún cambio en la conducta del hombre.
Al parecer los enojos y la furia del hombre se desató en más de una oportunidad debido a los celos permanentes. Según la denunciante, su marido deliraba con escuchar en el barrio que ella se «había acostado con todo el barrio». En junio pasado Josefina se había escapado de su casa tras ser golpeada, como pudo llegó al hospital San Bernardo, desde donde su marido la buscó y la llevó de regreso al barrio Limache. Desde ese momento, según la denuncia, Flores decidió poner candado en las puertas y portones de la vivienda con el argumento de que no «entre ninguno de tus machos», o para que no pudiera salir a «ver a tus machos».
La fuga
El último sábado la mujer y su marido fueron al supermercado, al regresar a la casa en la zona sur el hombre comenzó a gritar y recriminarle, como en otras tantas ocasiones. Tras las amenazas, Flores se durmió y la mujer aprovechó para agarrar un bolso que había quedado preparado hacía meses y se marchó. Más de 10 horas pasaron sin que sus hijas supieran de su paradero, una de ellas la encontró ayer, entre las 13 y las 15, en la terminal de ómnibus de esta capital. Estaba en shock, sentada en el piso y con evidentes golpes en su cuerpo.
Decidió cortar con el calvario
Junto a sus hijas, Josefina fue resguardada y decidió acabar con el calvario y denunció a su marido por violencia de género. Juntas temen por sus vidas y necesitan del Estado provincial y municipal. Según se supo, cuentan con consigna policial.
Luego de ser hallada por una de sus hijas, la tuvieron bajo su resguardo y la acercaron a la Comisarías para radicar la denuncia en contra de Flores. También pudieron contactarse con organismos como Volviendo a Casa o el Observatorio de Violencia contra las Mujeres en Salta desde donde recibieron los primeros asesoramientos.
Desde la Secretaría de Asistencia Integral a las Víctimas y el Directorio de Género de la Mujer se pusieron en contacto con las damnificadas y se comprometieron en brindarles todo el apoyo. Cabe suponer que luego de semejante denuncia radicada por la víctima por violencia de género y haber estado en más de una oportunidad en la delgada línea entre la vida y la muerte, hoy se producirá la detención del agresor dado que al cierre de esta edición seguía en libertad.
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