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La muerte del fiscalUna pericia indica que fue Lagomarsino quien inició la comunicación con Nisman en su último día de vida

Aunque el asistente del fiscal declaró que Nisman lo había llamado a las 16.30, ahora se descubrió que él le había enviado un mensaje antes, a las 11.30.

Un informe recientemente ingresado a la fiscalía de Eduardo Taiano contradice la versión de Diego Lagomarsino, el técnico informático procesado como partícipe necesario del asesinato de Alberto Nisman.

Ante la Justicia, había señalado que el fallecido fiscal lo llamó aproximadamente a las 16.30 del sábado 17 de enero de 2015. Sin embargo, la pericia informática arrojó que fue Lagomarsino quien inició las comunicaciones «el sábado mediante whatsapp cerca de las 11:30», explicaron fuentes judiciales a Clarín.

Para la Justicia no hay dudas: Alberto Nisman fue víctima de un homicidio. En este sentido falló en junio pasado la Sala II de la Cámara Federal porteña, compuesta por los jueces Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia, quienes entendieron que el ex fiscal fue asesinado como «directa consecuencia de la denuncia que formulara el 14 de enero de 2015 como titular de la Unidad Fiscal de Investigación del atentado terrorista perpetrado contra la sede de la AMIA», acusando de encubrimiento a Cristina Kirchner y ex funcionarios de su gobierno.

En este entramado en relación al cual se siguen generando medidas de prueba, Diego Lagomarsino está acusado por el juez Julián Ercolinicomo algo más que el «facilitador» del arma con la que según la junta interdisciplinaria de Gendarmería fue asesinado Alberto Nisman: su rol fue el de una «pieza clave» en el hecho investigado. Es decir: partícipe necesario del homicidio del ex fiscal. 

En la causa se planteó que el técnico informático entregó el arma calibre 22 con «pleno conocimiento de lo que ocurriría»; es decir, la muerte del entonces fiscal. Sin embargo, la Justicia no pudo acreditar su intervención en el momento en el que se consumó el asesinato. Los responsables del crimen son aún «autores desconocidos».

Pese a ello, Lagomarsino sí brindó “un auxilio o cooperación” al asesino, al llevar a Le Parc el arma sin la cual el delito investigado no se habría podido cometer. En otros términos, fue un «cooperador necesario» para que lleve adelante el «plan criminal» de terminar con la vida del ex titular de la UFI AMIA.

Para sostener dicha acusación, se planteó que el técnico informático prestó una colaboración trascendental, ya que fue quien llevó la pistola “Bersa” que posteriormente se usó para «cometer el homicidio», desechando la hipótesis inicial del expediente donde se habló de una «muerte dudosa».

En el expediente se sostuvo que Lagomarsino fue parte del plan que se pergeñó para terminar con la vida de Nisman. Se hizo un análisis del minuto a minuto de cómo fue el movimiento en el departamento del ex fiscal el sábado 17 de enero, el último día que se lo vio con vida. Quien más ingresos tuvo a su casa fue el técnico informático y la última vez que fue al departamento en la torre Le Parc de Puerto Madero lo hizo con el arma Bersa.

Así, se ordenó una pericia informática que estuvo a cargo de Gendarmería Nacional y que fue entregada ante el fiscal Taiano. El trabajo se realizó sobre los teléfonos que le pertenecían a Alberto Nisman, que contaban con una función de borrado, y que analiza los logs de conexión que tuvieron las horas anteriores al hallazgo sin vida del fiscal.

Del informe realizado «surgen constancias de que quien inicia las comunicaciones el sábado mediante whatsapp es Diego Lagomarsino, que le escribe a Nisman cerca de las 11:30», explicaron fuentes judiciales a Clarín. En su descargo, el técnico informático «había señalado que fue Nisman quien lo contactó cerca de las 16,30» del sábado previo a ser encontrado sin vida, «nunca había dicho que fue él quien le había escrito primero», indicaron fuentes de la causa.

Según la pericia informática, el ex fiscal de la UFI AMIA contesta el mensaje de Lagomarsino y después le vuelve a enviar otro mensaje cerca de las 13. Los peritos obtuvieron un registro de los logs de Whatsapp que es como un historial de las conexiones de la aplicación y de allí «surgen los mensajes entrantes de Lagomarsino».

Según fuentes judiciales, el descubrimiento desacredita «el relato de Lagomarsino» y fue calificado como un «elemento importante» al respecto. La fiscalía ahora analiza qué otras medidas pueden desprenderse de este informe.

Junto a esta medida se está realizando un entrecruzamiento de los teléfonos que utilizaba Cristina Kirchner y ex funcionarios de su gobierno, todos denunciados por Nisman por presunto encubrimiento del atentado de la sede de la AMIA. 

Nueva investigación

En el contexto de esta causa, el fiscal Taiano, además sumó una nueva investigación vinculada con las amenazas que recibió Alberto Nisman previo a ser hallado sin vida. Los mensajes llegaban a su cuenta particular de e-mail.

Las amenazas iban dirigidas a él y a su familia y apuntaban a desacreditar su desempeño como fiscal del caso AMIA. Además, se consignaba en ellos que el espía Antonio Stiuso, cercano a él, iba a ser echado de la SIDE, tal cual sucedió.

Esta causa estaba en poder del juez federal Luis Rodríguez y el fiscal Guillermo Marijuan, pero por conexidad con la investigación de la muerte de Nisman ahora quedó en poder del fiscal Taiano, a quien el magistrado Julián Ercolini se la delegó.

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