Por el caso de Andrea Neri, asesinada en una celda, restringieron el contacto entre internos denunciados por violencia de género y sus parejas.
Un total de 45 presos con denuncias o condenas por violencia de género tienen prohibidas hasta nuevo aviso las visitas privadas con sus parejas en la cárcel, tras el femicidio de Andrea Neri, asesinada en el penal de Villa Las Rosas el 5 de enero.
Pablo Alavila, secretario de Políticas Penales de la Provincia, informó aEl Tribunoque la determinación surgió del Ministerio de Derechos Humanos y Justicia con acuerdo del Poder Judicial.
La restricción se implementó tras el caso de Andrea Neri, asesinada por su pareja, Gabriel Herrera, que cumplía una condena por un femicidio anterior. El crimen ocurrió durante una visita íntima, encuentro privado que los presos tienen derecho a mantener con sus parejas en una celda.
De los 45 presos que tienen restringidos los contactos con sus novias o esposas, tres iniciaron presentaciones legales para que tratar de que se revierta la situación.
Además, Alavila destacó que se prohibió que niños o niñas participen de reuniones con los presos en las celdas y que solo podrán permanecer en los espacios comunes, como los patios del penal, con el resto de los familiares de los internos que van a verlos cada jueves y domingo.
Muchas veces los presos piden visitas privadas para tener una conversación a solas con su pareja o con un pariente, sin los celadores. Antes podían entrar los chicos pero ahora ya no se permite, describió el funcionario.
El día que asesinaron Andrea Neri su bebé de dos meses estaba con ella en la celda. Gabriel Herrera, el femicidia, ya había asesinado en 2006 a su exesposa cuando lo fue a ver en la cárcel de Metán, donde estaba preso por un robo.
Alavila se refirió ayer a las nuevas reglas internas en el penal, durante la presentación de un sistema de monitoreo con pulseras electrónicas para hombres denunciados por violencia de género.
Los presos que trabajan adentro de la cárcel tampoco podrán tener herramientas de carpintería o talabartería, cómo ocurría en algunos casos en que se acreditaba buena conducta hasta el año pasado. Ahora solo podrán manipular estos elementos en los talleres de oficios que funcionan en la penitenciaría.
Para las visitas en calidad de pareja se hace un análisis de riesgo que no se hacía antes. Hay que tener en cuenta también la situación de mujeres que van a visitar a un preso y terminan entablando una relación con otro, describió Alavila.
El de Andrea Neri fue el primero de los cinco asesinatos de mujeres que ocurrieron en Salta en lo que va de 2017.
Por el caso hay cuatro agentes penitenciarios imputados y dos de ellos están privados de su libertad. Herrera, en tanto, fue trasladado a la Alcaidía Judicial.
En la causa se están analizando las cámaras de seguridad del día del crimen. Se observa cómo él la lleva con la boca tapada hacia el baño, luego vuelve prácticamente a la vista de los guardias. Una situación de desprevención total, un nivel de negligencia demasiado grande, declaró hace días aEl TribunoSantiago Pedroza, abogado de la familia de la víctima.
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