El brote se registro en Harbin, capital de la provincia de Heilongjiang, donde ya habían prohibido la entrada a la ciudad hace unos días.
En China ha vuelto a sonar la alarma por el nuevo coronavirus. Las autoridades del gigante asiático han dado por estabilizada la situación en Wuhan, pero, cuando todo parecía bajo control, han descubierto nuevos casos en la ciudad fronteriza de Harbin. El Gobierno se ha visto obligado a imponer medidas de protección estrictas como la prohibición de la entrada a la ciudad para contener el nuevo brote y pusieron en cuarentena a más de 10 millones de personas
«Todos los casos confirmados, casos sospechosos, contactos estrechos de personas asintomáticas y contactos estrechos de contactos estrechos deben estar en cuarentena y someterse a prueba», declararon las autoridades locales. Además, ni los residentes de otras ciudades ni los autos registrados fuera de la ciudad podrán entrar a partir de ahora a las zonas residenciales de la urbe. Al mismo tiempo, medios locales señalan que todos los residentes están siendo obligados a portar en todo momento un código QR para confirmar que no están infectados.
El equipo sanitario ha tomado más de 4.000 pruebas de diagnóstico para descartar la irrupción de un nuevo contagio masivo.
Harbin es una ciudad particular ya que fue construida por los rusos. Después de adquirir el estatus de ciudad en 1898, el área se convirtió rápidamente en la metrópoli más importante del noreste de China, y para 1917 era el hogar de más de 100.000 personas (de las cuales alrededor de 40.000 eran rusas). Hoy viven allí casi 11 millones de personas.
Cabe recordar que desde que el Covid-19 tuvo su irrupción supuestamente en la ciudad de Wuhan, China, a finales de 2019, la pandemia se acerca este viernes a los 3.000.000 millones de contagiados y casi 195.000 muertos en todo el mundo. Y mientras eso pasa, en Wuhan sólo se reportaron 2 casos graves de contagio y el China ya van varias semanas de una ruta con pocos casos nuevos y decesos.
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