Ocurrió a las 5.30. Tiene una herida muy grande y profunda en el cuello. Sufrió una persecución y los efectivos dijeron que se autolesionó. «Para mi me lo mataron», expresó su padre. Dolor de la familia.
Un inexplicable hecho de sangre terminó con la vida de un joven de 28 años identificado como Stéfano Alexis Barrios, quien perseguido por dos uniformados y un móvil policial terminó degollado por un corte que seccionó 25 centímetros de su cuello -casi de lado a lado- con una llamativa profundidad. La herida habría incluso seccionado en parte la tráquea y los órganos de la fonación, según explicó el padre de la víctima anoche a El Tribuno.
Jorge Porfirio Barrios (56) dijo indignado que el suceso se registró a las 5.30 de la madrugada de ayer en Salvador Mazza, sobre calle Joaquín Castellanos casi esquina Sarmiento del barrio Polo Nuevo, a metros de la delegación de Gendarmería Nacional y afirmó que lo que a él le dijo el comisario zonal no tiene ningún sentido.
«La policía me explicó que mi hijo caminaba con una botella en la mano. Que esa actitud sospechosa hizo que la patrulla lo corriera por varias cuadras», dijo el hombre.
Barrios contó que los efectivos le dijeron que al llegar casi a la delegación de Gendarmería, el joven fuera de sí habría roto la botella y delante del personal policial se autolesionó. Allí se desmayó y fue trasladado al hospital local, donde murió. «También me dijeron que los enfrentó después de herirse y que les dijo no sé qué cosas. No cierra una con otra», agregó.
El padre afirmó que su hijo estaba lleno de vida, que estuvo esa tarde con su novia y que hasta habían planeado un pequeño viaje para las próximas horas. «Para mí me lo mataron», dijo tajante.
Consultado sobre lo que vio cuando le dieron la trágica noticia, Barrios contó que filmó y fotografió la herida: «Es brutal, profunda, de más de 25 centímetros de extensión, seccionó todo el cuello, imposible que haya enfrentado a la policía y menos que haya hablado, pedido ayuda o lo que fuere, porque la lesión de solo verla es espantosa».
El hombre está consternado y pide explicaciones. En ese contexto señaló que «en estos momento estoy en Orán, esperando a que alguien venga hasta la morgue, porque nadie se apersonó. Solo me informaron que recién mañana (por hoy) lo van a hisopar por la COVID-19 y después le harán la autopsia, pero no sé cuándo».
Barrios dijo que nadie lo fue a ver ni le dieron explicaciones de nada. «Pero que tengan por seguro que voy a ir hasta las últimas consecuencias porque yo considero que fue un homicidio, me mataron a mi hijo», afirmó.
«Me dejaron solo, sin saber qué hacer tuve que contratar un abogado para que me asista en estos momentos y seguramente vamos a estar presentes durante la autopsia para evitar que nos dibujen algo que sabemos no ocurrió», adelantó.
El joven fallecido trabajaba en la pescadería de su familia y tenía 3 hijos, de 11, 6 y 5 años.
Su papá expresó que una amiga de la víctima lo vio caminar por la avenida que lleva a su casa minutos antes y que lo vio bien y que no estaba ebrio.
Agregó que no sabe por qué la policía lo podía perseguir y menos que él haya enfrentado a la fuerza pública, ya que era un joven muy conocido y sin problemas graves de conducta.
Barrios reflexionó: «Hacen lo que quieren con la gente, pero yo voy a ir hasta la últimas consecuencia», afirmó.
Lo que dice el informe oficial
Entre las primeras medidas ordenadas por el fiscal Gonzalo Ariel Vega, personal de Criminalística realizó las pericias de rigor en barrio Pueblo Nuevo, desde donde fue trasladado Stéfano Barrios al hospital, todavía con vida, según esa versión.
Testimonios recogidos por la policía indicaron que el joven habría tenido consumo de sustancias e intentó escapar cuando vio al personal policial.
De acuerdo a declaraciones, Barrios tropezó durante la persecución, rompió la botella y se habría autolesionado. Esa versión de los hechos es negada por la familia del malogrado joven. Anoche vecinos dijeron que el chico se cansó de pedir ayuda. Ocurrió a 10 metros del Escuadrón 60 de Gendarmería.
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