Los índices de siniestros viales en los puntos críticos se mantienen desde 2012.Además de la imprudencia, la falta de señalización y los baches influyen en las colisiones
Son exactamente las mismas esquinas, calles, avenidas y rutas donde una y otra vez chocan vehículos o peatones son atropellados. Estadísticas elaboradas por la Policía de la Provincia marcan que los siniestros viales no bajan en la capital salteña y cada año se incrementan los puntos críticos donde los incidentes son más recurrentes.
Desde el área de Criminalística de la fuerza de seguridad, a través de la División de Accidentología Vial, elaboran desde 2012 un mapa de siniestralidad de la ciudad. El estudio es público, lo conocen tanto autoridades provinciales como municipales; sin embargo, las colisiones no paran y ocurren en los mismos lugares.
Se registraron 30 sitios que presentaron seis o más siniestros en 2016 y en los que alguna persona terminó lesionada o falleció. En 2015 fueron identificados 28 puntos.
Una de las vías más conflictivas es la avenida Paraguay, donde el año pasado se computaron 10 incidentes en adyacencias al mercado Cofruthos, igual cantidad en el sector del puente peatonal y otros cinco a la altura de los boliches bailables.
Otra zona con alto índice de siniestros es la entrada a Salta, sobre la ruta nacional 9, entre el kilómetro 1.552 al 1.592. Ahí fueron 21 los siniestros el año pasado. Y entre la ruta provincial 26 (camino a La Isla) y la avenida Tavella hubo ocho, mientras que en la avenida Bolivia fueron 14.
Razones
En la mayoría de los siniestros viales la imprudencia del conductor es determinante, de acuerdo al análisis policial. Pero además de los errores humanos, hay otros factores como el estado de las calles, la falta de señalización y obstáculos visuales los que pueden influir en una colisión y serían los que explicarían la recurrencia accidentológica en lugares específicos.
Un ejemplo es lo que ocurre en la avenida Asunción, conocida como Bajada del Portezuelo, en la intersección de la cuadra anterior al acceso del hotel homónimo. En esa esquina los choques entre vehículos o contra una pared de contención se producen con una periodicidad asombrosa. En 2016, la Policía registró siete casos en ese tramo, que son solo los que terminaron con lesionados.
Sin ser expertos en ingeniería vial, vecinos del lugar sostienen que desde que se cambió de dirección a una de las calles colindantes a la avenida empezaron a ocurrir con mayor frecuencia los accidentes.
Una situación similar sucede en el nudo vial de Zacarías Yanci y Usandivaras, en la zona oeste de la ciudad. En esa intersección de avenidas los vehículos circulan a gran velocidad desde cuatro puntos y no existe ningún semáforo, lomo de burro o, aunque sea, carteles de advertencia.
Tras la gran cantidad de accidente registrados en ese sector (seis con lesionados el año pasado), desde la Municipalidad avanzan con una obra para hacer una rotonda en el lugar.
Los baches también influyen. «Tenemos puntos críticos, en donde el estado de la calzada es el principal factor que ocasiona el siniestro y los más afectados son los motociclistas en ese caso», explicó a El Tribuno la titular de la División de Accidentología Vial, Olga Cruz Paz.
Los operativos de control vehicular tampoco dan abasto, según admitió el subsecretario de Tránsito municipal, Juan Carlos Garrido. «Tenemos 30 inspectores a la mañana y 30 a la tarde y hay unos 200 mil vehículos que circulan por la ciudad», explicó el funcionario.
Educación vial, el único camino
Pese a que la ley nacional de tránsito dispone incluir la educación vial en los niveles de enseñanza preescolar, primario y secundario, muy poco se avanza sobre esa temática en los establecimientos escolares.
“La educación vial está solo como contenido transversal y los docentes si tienen tiempo la dictan. Debería ser una materia en los distintos niveles”, consideró la titular de la División de Accidentología Vial de la Policía, Olga Cruz Paz.
La sugerencia de la oficial se basa en que la principal causa de los siniestros viales, que se viene revelando desde 2012, es la falta de apego de los conductores y los peatones a las normas de tránsito.
En los 30 puntos críticos de la ciudad de Salta donde los choques se dan de manera frecuente, desde la fuerza de seguridad provincial apuntaron que las faltas que se repiten en las colisiones son conducir a velocidades no permitidas, no respetar la prioridad de paso en esquinas y rotondas, maniobras de giro indebido y falta de distancia de frenado entre vehículos.
A esa anomia se debe sumar a las personas que manejan y utilizan el celular al mismo tiempo y los conductores alcoholizados.
El subsecretario de Tránsito municipal, Juan Carlos Garrido, aseguró a El Tribuno que, según los reportes de los inspectores de esa dependencia, en la mayoría de los choques en cadena que se producen en la avenida Paraguay, el conductor del vehículo que impacta de atrás va con el celular en la mano.
“Los siniestros no se producen solamente porque hay poco o nada de control sino principalmente porque hay un problema cultural. Nadie respeta absolutamente nada, nadie quiere respetar la senda peatonal, los semáforos y los excesos de velocidad, entre otros”, resaltó el funcionario.
Garrido aseguró que desde Tránsito se realizan alrededor de 300 capacitaciones de seguridad vial por año en las escuelas que las solicitan y en la vía pública.
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