La mujer le dijo que cortaran la relación y él la buscó para vengarse por su decisión.Él le habría sacado fotos durante el martirio. Ella está internada con serias lesiones.
Una joven mujer de 24 años vivió un terrible calvario de 20 horas provocado por un sujeto que la torturó, la golpeó, la asfixió y la mantuvo cautiva maniatada en una habitación decrépita para evitar que huya de semejante terror. Ocurrió en Rosario de Lerma, entre el domingo a la noche y la tarde del lunes.
El enajenado, no conforme con semejante agresión, paseó a la mujer por la ciudad a la vista de todos, con magullones y moretones en el rostro, como si nada hubiera pasado. Después le sacó fotos mientras la seguía torturando y golpeando. La víctima sacó fuerzas de donde pudo y logró zafar del cruel martirio. Salió por una pequeña ventana y tras cruzar un campo alcanzó a pedir ayuda.
A las pocas horas el Grupo Investigativo S-82 logró detener a Godolfredo Lara, de 48 años, alias «Carpincho», de profesión taxista, casado, con hijos y con domicilio en el barrio El Tránsito, ubicado en la zona norte de esta ciudad.
No opuso resistencia, aunque en el momento de ser capturado estaba buscando refugio en la propiedad de un familiar. Reconoció ser la pareja de la víctima, pero no atinó a explicar lo sucedido, según informo El Tribuno.
La mujer fue internada inmediatamente en el Hospital Joaquín Corbalán, con alteración emocional, angustia, lesiones traumáticas en su rostro, edema facial y la pérdida de todas las piezas dentarias superiores. Ya pasaron varios días y la víctima hasta ayer aún no había podido hablar.
La que denunció el hecho fue Sandra, su madre, quien está tan aterrada como su hija.
«Mi hija me contó -como pudo- que este sujeto la subió de las mechas el domingo a la tarde a su taxi, que después la llevó a la casa de él, que le hizo cosas horribles y que mientras la golpeaba le sacaba fotos y le decía «sos una puta’. Menos mal que mi hija logró escapar, si no hubiera tenido otro final», contó a El Tribuno, entre sollozos, el calvario de su hija.
Un tormento
La mujer y Lara tenían una relación de hacía tres meses. El taxista estaba separado y vivía en la misma propiedad con sus hijos y su exmujer. Según cuenta la madre, su hija quería terminar la relación porque en este último tiempo era tormen tosa.
«Me parecía que era demasiado mayor para ella. Al principio no decía nada de su pareja anterior, pero un día me contó que la había golpeado. Yo le dije que lo deje. Ella estaba a punto de dejarlo. Al parecer esto molestó a este hombre, que la agarró a golpes, le tiró todos los dientes y todavía no la dejaba ir. No sé qué quería hacerle a mi hija. Ella me contó que la llevó al río, mientras la tenía maniatada en el taxi y le decía «ya vas a ver’, cuando vieron que había mucha gente en la orilla, el hombre frenó y la volvió a traer a su casa».
El relato de Sandra se hace cada vez más tétrico y espeluznante. Su hija, en estos días, casi balbuceando le relató algunos detalles del calvario vivido.
«Este hombre le sacaba fotos mientras la golpeaba en la cara y en la cabeza. El lunes por la mañana la llevó a comprar al centro de Rosario en el taxi. La llevaba maniatada y con los moretones a la vista. Una vecina le preguntó por qué la tenía así y fue cuando Lara la volvió a traer a su casa en barrio El Tránsito. En un descuido de él, mi hija saltó por una ventana y se escapó por un campo».
El lunes cerca de las 5 de la tarde, un vecino vio a la joven mujer ensangrentada y con los labios partidos sobre la calle Pellegrini, a unas cuadras del centro de la ciudad. Alertó a la Policía. Ella apenas podía explicar lo vivido. Horas después Lara fue detenido. La carátula de la causa es «lesiones doblemente agravadas por relación preexistente».
“Por favor, no me matés”
La víctima del taxista de Rosario de Lerma fue identificada con las iniciales E.F. para proteger su identidad. Ella tenía una relación de hacía tres meses con Godolfredo “Carpincho” Lara, de 48 años.
El hombre es taxista en Rosario de Lerma. Él vivía en una pequeña vivienda construida al fondo de un terreno en el que existe otra casa -en la parte de adelante- donde viven su exmujer y los hijos que tuvo con ella.
El día que secuestró a la joven E.F. fue el último domingo, cerca de las 20, en el parque Evita.
Para entonces ella ya le había comunicado que no quería seguir con la relación. Lara estaba furioso por eso. Y cuando la mantuvo cautiva, no solo la golpeó, la torturó y también habría abusado sexualmente de la muchacha.
La madre de la víctima contó a El Tribuno que en varias ocasiones E.F. pidió al taxista que no la mate.
“ ‘Por favor no me mates’ le pedía mi hija a Lara. Ella logró salir por una ventana. Un plástico negro cubría esa parte de la vivienda en donde se aloja el taxista que la torturó. Aprovechó los fondos de la propiedad y salió hacia un campo contiguo”, dijo la madre.
La causa está a cargo del Juzgado de Garantías 4. Pasaron 5 días del hecho y un hecho llamativo es que todavía la Justicia no pidió el secuestro del taxi, el o los celulares de Lara y otros elementos de la causa.
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