Milton Alvarez -suplente de Sebastián Sosa- fue figura y el Rojo aseguró la clasificación a la Fase Campeonato de la Copa Diego Maradona.
Independiente le ganó 2 a 1 a Colón de Santa Fe, por la fecha 5 de la Zona 2 de la Copa Diego Armando Maradona, y aseguró su lugar en la Fase Campeonato. El equipo de Lucas Pusineri lleva siete partidos sin perder y cerró una gran semana después de la goleada en Uruguay ante Fénix (4-1) por los octavos de final de la Copa Sudamericana.
El conjunto de Avellaneda lo terminó ganando de contra, después de ser salvado por su guardameta en reiteradas oportunidades, gracias a los goles de Jonathan Menéndez, a los 29 minutos de la segunda mitad, y de Alan Velasco, que liquidó el pleito a los 43.
De poco le sirvió al local el descuento de Brian Fernández, en tiempo de descuento, aunque la derrota no le modificó el panorama al conjunto de Eduardo Domínguez, que ya estaba clasificado y que incluso pese a la caída mantiene el liderazgo del grupo 2 a falta de una fecha.
Algunos dicen que los equipos se arman de atrás para adelante. Se refieren, claro, a ponderar la solidez defensiva y buscarla como objetivo primordial para, luego sí, dedicarse a la búsqueda del desequilibrio en el ataque. Independiente hizo gala de este dogma, aunque no por voluntad propia, y se terminó llevando del siempre difícil Cementerio de los Elefantes tres puntos y la clasificación a la Fase Campeonato de la renombrada Copa Diego Maradona.
Es que no es cuestión de lo que haya pensado Lucas Pusineri antes de enfrentarse a Colón. Difícilmente, incluso si hubiese querido resignar protagonismo y posesión, el DT de la mitad roja de Avellaneda se habría quedado contento con ver a Milton Alvarez salvar a su equipo una y otra vez. Pero fue lo que sucedió.
Desde el arranque, el local impuso las condiciones rompiendo con facilidad la línea de cuatro volantes que plasmó el DTdel Rojo. Pese a esa presencia en el mediocampo, reforzada incluso por el intento de tapón que resultaba Romero, el Sabalero se adueñó de la bola y empezó a abrir la cancha desde las asociaciones que se convertían en superioridad numérica por sectores.
Así, privilegiando en particular el sector derecho de su ataque, empezó a ganarle esa zona a Lucas Rodríguez, de lo más flojo de Independiente -sin la ayuda suficiente de Alan Soñora- y a encontrar los caminos para filtrarse hacia el área.
Un cabezazo de Luis Rodríguez estupendamente salvado a contrapierna sobre el primer palo, otra jugada casi calcada y Milton Alvarez comenzaba a erigirse como gran figura para que el equipo y los hinchas, a la distancia, no extrañasen a Sebastián Sosa. El arquero había tenido que ser reemplazado ya en el partido del miércoles contra Fénix, por la Copa Sudamericana, a causa de una molestia en el sóleo de la pierna derecha que ya se había lesionado dos semanas atrás.
Y esta vez lejos estuvo de tener un partido tranquilo para disfrutar de lo que hacían sus compañeros en el arco rival. Fue exigido en esas mencionadas ocasiones y en varias más. Siempre por el lateral de Rodríguez, Álvarez terminó salvando otra vez tras un remate a quemarropa de Cristian Bernardi. Hasta cuando el arquero no podía, aparecía el travesaño para ayudarlo porque él se encargaba antes de ayudar a la suerte.
Pusineri miraba cada vez más nervioso desde el banco. El reloj cruzaba el umbral de la media hora y su equipo a duras penas cruzaba la mitad de la cancha. Leonardo Burián era apenas una ilusión óptica en el arco de enfrente: nadie sabía si realmente estaba allí, ningún jugador de Independiente podía llegar a ponerlo a prueba.
Y de repente, la magia del fútbol, esa que hace de este deporte uno de los pocos donde el resultado poco puede tener que ver con el desarrollo. Pelotazo frontal, despeje forzado y erróneo hacia atrás, Alan Velasco con la apertura para Jonathan Menéndez y corrida del atacante para definir con un gran derechazo cruzado.
Alvarez salvó otra bola, Rodríguez evitó otro gol con la cabeza y otro contraataque, esta vez definido por el propio Velasco. De poco sirvió el tardío descuento de Brian Fernández. Haciéndose fuerte desde abajo, Independiente se llevó más de lo que mereció.
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