El gobernador ya le comunicó la decisión al Arzobispado.
La decisión del Arzobispado generó polémica. Habrá procesión alrededor de la plaza 9 de Julio y solo con las autoridades máximas de Salta y la iglesia católica. Esto generó rechazo entre los salteños por lo que el gobernador Sáenz decidió no participar de la procesión. Tampoco lo hará la intendenta Bettina Romero.
El gobernador ya le comunicó su decisión al Arzobispado de Salta este miércoles temprano en la mañana.
Una vez que el COE provincial decidió suspender las actividades religiosas, en principio la procesión también había sido suspendida. Días después el Arzobispado presionó para que se haga una procesión simbólica y sola con autoridades. Sáenz y Romero, los principales dirigentes en Salta ya le dijeron no a la iniciativa de la Iglesia en Salta.
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