El juez indagará hoy a Javier Fernández y a Rudy Ulloa Igor; uno es auditor general de la Nación y considerado el operador judicial del peronismo; el otro pasó de ser el chofer del expresidente a próspero empresario
Javier Fernández: el operador judicial del peronismo al que vinculan con el espionaje
Javier Fernández es el auditor general de la Nación por el peronismo. Fernández visitó muchas veces los tribunales federales de Comodoro Py, pero hoy lo hará para prestar declaración indagatoria ante el juez federal Claudio Bonadio. El auditor fue señalado en numerosas oportunidades por sus vínculos con jueces del fuero federal, así como también con los servicios de inteligencia, según publicó La Nación.
El rol que le adjudican le molesta: operador judicial del peronismo en la Justicia. Menos le gusta la denominación de «operador K». Pero en los registros de sus cuadernos, el chofer de Roberto Baratta, Oscar Centeno, directamente aludió a Fernández como «Javier de Inteligencia».
Uno de los registros es del 2 de agosto de 2013. Centeno llevó a Nelson Lazarte a Andonaegui 2138 1º «B», y escribió: «Lo llevo a Nelson a Andonaegui 2138 1 piso ‘B’, esta vez lleva otro bolso de dinero y lo entrega una persona que me comenta que normalmente está ebrio». En ese domicilio, Centeno había mencionado previamente a «Javier». Si bien allí Centeno menciona que se dejó un bolso de dinero, en otras ocasiones relató que también se retiraron bolsos de dinero.
Ese es el domicilio de Javier Fernández, que perteneció a su tío Manuel Menéndez. Menéndez, que falleció en enero de este año, fue socio de Sergio Szpolski en la sociedad Infofin. También formó parte de los directorios de otras empresas de Szpolski, a pesar de no haber tenido trayectoria en el sector de los medios de comunicación, A Fernández se lo vinculó como «el garante» de los medios del Grupo Veintitrés, que creció alimentado de la publicidad oficial durante la gestión kirchnerista.
El 19 de octubre de 2015, cuando Centeno registró una de las visitas a Fernández, escribió que debían ver a «J», de inteligencia.
Fernández no negará sus vínculos con Nelson Lazarte y Roberto Baratta. Sin ir más lejos, le dio trabajo a Lazarte cuando dejó el Ministerio de Planificación y lo empleó en la Auditoría General de la Nación. Lazarte trabajó allí, bajo la órbita de Fernández, hasta luego de su detención.
Fernández también empleó al hermano del juez Ariel Lijo, Freddy, en la Auditoría General de la Nación (AGN), con un puesto menor. También trabaja, bajo su órbita, Malena Canicoba Corral, hija del juez Rodolfo Canicoba Corral, que hoy es jefa del despacho en la oficina de escuchas telefónicas de la Corte Suprema.
Fernández declarará hoy en Comodoro Py. El curso que tome la investigación podría jugarle una mala pasada en la AGN, donde sus colegas advierten sobre la incompatibilidad de que un auditor esté involucrado en un caso de la magnitud de los cuadernos de las coimas.
Fernández acudirá hoy junto con su abogado, Domingo Montanaro, y dará su versión sobre los detalles que escribió Centeno en sus anotaciones.
Rudy Ulloa: el empresario santacruceño que entregaba dinero en la Capital
Era un hombre de confianza de Néstor Kirchner. Creció bajo su ala y pasó de ser cadete a empresario polirrubro: Rudy Fernando Ulloa Igor deberá presentarse a declarar hoy, a las 11, ante el juez Claudio Bonadio. Hasta que se dio a conocer el contenido de los cuadernos de Oscar Centeno y se citó a declarar a empresarios y exfuncionarios, Ulloa no había tenido que declarar ante los tribunales federales.
Según las anotaciones del chofer Oscar Centeno, Ulloa Igor entregó paquetes con dinero al entonces secretario Roberto Baratta en 2008 y 2009. El 14 de octubre de 2008, Centeno escribió: «Lo llevé al Lic [Baratta] a Viamonte 367 10 piso a retirar dividendos de Rudy Ulloa; luego lo llevé al Licenciado Baratta a la joyería Simonetta Orsini de Cerrito y Posadas, luego regresamos». ¿El dinero de los dividendos de Rudy Ulloa fue usado para comprar joyas?
Ulloa aparece mencionado en los cuadernos de Centeno no solo por intercambios de dinero, sino también por reuniones con Baratta en ese mismo domicilio en la calle Viamonte.
Después de una de esas reuniones, el 17 de noviembre de 2008, Baratta le aclaró a Centeno que no había «recibido nada». En los otros encuentros, Centeno consignaba que Ulloa hacía entrega de dinero. También describió, en otro registro, que allí era el departamento del excadete de Néstor Kirchner.
Otro de los registros de los cuadernos de Centeno dice: «Lo llevé [a Baratta] a Viamonte 367 a verlo a Rudy Ulloa, le dio dinero al Licenciado y luego nos vinimos al Ministerio [de Planificación]».
Nelson Lazarte, entonces secretario de Baratta, también habría tenido reuniones con Ulloa.
El crecimiento patrimonial de Ulloa fue llamativo. A partir de que comenzó a trabajar con el expresidente Kirchner compró un diario, una radio -FM Estación del Carmen- y productoras en el sur. Recibió montos altísimos de pauta oficial. Por ejemplo, en un semestre de 2012, fueron 2,8 millones de pesos. En Río Gallegos tiene 21 propiedades.
Ulloa, que siempre mantuvo un perfil bajo, suele decir que a él «no le perdonan el éxito».
En 2013, Myriam Quiroga, que fue colaboradora de Néstor Kirchner durante ocho años, dijo a la Justicia que Kirchner había dado instrucciones a Rudy Ulloa y a Cristóbal López para que invirtieran en el rubro de los medios de comunicación. En ese entonces, Quiroga también había declarado que Kirchner «daba instrucciones referidas a obras públicas».
En 2014, la diputada del Parlasur Mariana Zuvic denunció que «Rudy Ulloa Igor, en una visita fugaz a Río Gallegos, transfirió algunos de sus bienes a un testaferro».
Ulloa también fue quien tuvo la iniciativa de inaugurar el centro de asistencia social en homenaje a la entonces ministra de Desarrollo Social y actual gobernadora de la provincia de Santa Cruz, Alicia Kirchner, por los 30 años de su agrupación política Los Muchachos Peronistas, en 2012. Esa unidad era presidida por el entonces secretario legal y técnico Carlos Zannini con Ulloa como referente principal.
En mayo de este año, Ulloa se molestó porque el diputado radical Alberto Lozano lo había acusado de llevar «bolsos con dólares».
Lozano también lo vinculó al empresario constructor actualmente detenido Lázaro Báez. Ulloa lo tildó de «injurioso y calumnioso» y pidió el derecho a réplica.
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