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SuperligaRiver ganó en Córdoba y se aseguró un lugar en la próxima Libertadores

El festejo de Nacho Fernández y de todo River en el primer gol ante Talleres. (Cáceres)

Superó 2 a 0 a Talleres con dos golazos de Nacho Fernández. Así logró clasificarse al repechaje de la Copa 2020.

El campeón de América de 2018, el mismo que buscará revalidar su corona continental en 2019, ya está clasificado para la etapa preliminar de la Copa Libertadores de 2020. River viajó a Córdoba y se impuso con autoridad ante Talleres. Sacó ventaja en un primer tiempo en el que dominó de principio a fin con los goles y la brillantez de Nacho Fernández. Y lo justificó en el segundo tiempo. Todo ante 15 mil hinchas que desafiaron la distancia y coparon el estadio Mario Alberto Kempes y nos hicieron recordar que el mejor marco para nuestro fútbol es con ambas hinchadas.

River jugó un gran primer tiempo. Tuvo el dominio de la pelota con el buen manejo de su mediocampo. A partir de la salida de Enzo Pérez y Leonardo Ponzio más el juego de Nacho, ganó terreno en una zona de la cancha en la que ya no patrulla Pablo Guiñazú. Talleres extraña al veterano volante central que decidió retirarse tras la eliminación del club cordobés de la Libertadores.

River administró bien el balón y si no pudo resolver el partido antes se debió a la falta de precisión de Rafael Santos Borré en los metros finales. El colombiano falló cara a cara con Guido Herrera a los tres minutos, cuando una carambola derivó en sus pies. Definió de cachetada, desviado. Enseguida, Enzo Pérez habilitó a Lucas Pratto, pero el Oso remató de zurda muy lejos. Hubo un tiro de media distancia de Ponzio que tapó Herrera.

Todo era de River bajo el diluvio cordobés. Hasta que pudo traducir esa hegemonía en el marcador. Sacó largo Franco Armani, peinó Pratto y Santos Borré metió el taco;el propio Oso pivoteó y metió un pase magistral para que Nacho la enganchara a la carrera, dejando sin posibilidades a Herrera. Fue un golazo.

River estaba en ventaja, merecidamente. Y le dio mayor holgura al resultado con una avivada de Nacho. Enzo Díaz lo bajó contra el lateral y Fernández, rápido, mientras Silvio Trucco anotaba la amarilla que le había mostrado al defensor cordobés, sacó rápido el tiro libre y superó a Herrera, que estaba adelantado. El árbitro cobró el gol en el medio de las protestas de los jugadores de Talleres. Fue legítimo, no necesitaba hacer sonar el silbato, con hacer un gesto alcanzaba. ¿Le dijo a Nacho “jugá” o hizo algún ademán?No se apreció.

Lo cierto es que el gol estuvo a la medida de un partido que River controló por su buen mediocampo ante Talleres, que lució inofensivo. A tal punto, que casi no pateó al arco.

En el segundo tiempo, todo parecía seguir la misma tónica. Enzo Pérez sacudió de lejos y tapó Herrera. Fue una advertencia de River. Sin embargo, Nicolás De La Cruz pisó a Nahuel Tenaglia en la disputa de una pelota. Y como el uruguayo ya estaba amonestado por una infracción sobre Tomás Pochettino en el primer tiempo, Trucco lo expulsó.

Entró Bruno Zuculini por Santos Borré para reforzar el medio y Talleres empezó a crecer por las bandas. Inquietó por las bandas, más precisamente. De un centro de Tenaglia y una palomita de Ortiz casi llega el descuento. Fue notable la tapada de Armani. La impericia de Talleres, no obstante, hizo que no se notara su superioridad numérica. Los cambios no rindieron. River aguantó, reguló y terminó ganador y adentro de la Copa que más lo seduce.

 

 

 

 

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