El presidente les reprochó «la falta de actitud», dijo que «la reacción tiene que ser inmediata» y que la final perdida con River «dejará heridas».
La caída en la Supercopa Argentina ante River sigue generando heridas en Boca. Es que, puertas adentro, saben que el dolor por la histórica final perdida tardará tiempo en sanar y que en los próximos meses todos estarán «en observación» de cara al futuro, según informó Clarín.
Este viernes, en su visita a Casa Amarilla, su discurso fue directo al plantel. Allí, Angelici les recriminó por el resultado, pero fundamentalmente por la actitud que reflejaron los jugadores. En su exposición, el dirigente resaltó con fastidio que esta final dejará marcas en el futuro inmediato, que ninguno estará exento de las críticas y que la única manera de revertir esto es con el título más grande que le queda en 2018: ganar la Copa Libertadores.
El titular del club, antes de despedirse de los jugadores, les advirtió que «revertir esta situación con el hincha será la tarea más difícil». Y dejó abierta la puerta para aquel profesional que sienta que no puede sobrellevar este momento. Ya sin grandes objetivos políticos en Brandsen 805 porque en 2019 terminará su mandato, el gran enojo de Angelici tiene que ver con cumplir con aquello que prometió cuando ganó la presidencia en 2011:levantar la séptima Libertadores.
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