Locales

Obra caóticaOtra del Corredor de la Fe: ahora dañaron el Convento San Bernardo

Foto: Informate Salta

Esta vez una de las máquinas se subió a la vereda del convento rompiendo históricas y antiquísimas lajas.

Las obras del Corredor de la Fe siguen sumando caos y  perjuicios a los salteños. Ahora las quejas y reclamos se concentran en la esquina de Caseros y Juramento.

Los vecinos denunciaron que los responsables de la obra en ese sector quebraron las antiguas e históricas lajas del Convento San Barnardo con maquinaria pesada.

Justo en esta intersección está uno de los edificios que data de la época colonial: el convento San Bernardo. Los vecinos y comerciantes de la zona relataron que este viernes a la mañana una de las máquinas se subió al cordón y parte de la vereda, quebrando algunas de las lajas.

«Todos los días llegamos y tenemos una mala noticia con esta obra. Si no es que están levantando todo porque se hunde, es que rompen algo», destacó Lorena, que tiene un negocio de artesanías frente al convento, según publicó El Tribuno.

Los cordones de lajas rotos en la vereda del convento. Foto: El Tribuno/ Andrés Mansilla

En la media tarde de ayer, los trabajadores que están modificando la vereda del convento San Bernardo, sobre Juramento, estaban terminando la obra, mientras sobre Caseros se podían ver los cordones de lajas sueltos. Los habían dejado en su sitio original, a excepción de uno que estaba todavía volcado.

Los vecinos y comerciantes de la zona advierten que las roturas en las veredas de la zona se deben a que las máquinas entran a trabajar sin que se corte el tránsito de vehículos particulares.

Las modificaciones que se realizaron en el Corredor de la Fe, sobre la esquina de Juramento y Caseros, incluyeron la ampliación de las veredas de ambas esquinas y la colocación de esferas de cemento.

«No sé quién tuvo esta idea. Se nota que no transitan a diario por el lugar. Si no, se hubieran dado cuenta de que la bocacalle se redujo dos metros de cada lado y los vehículos no pueden dar la vuelta. Quisiera que vean todo lo que tiene que hacer el colectivo para doblar en la esquina», expresó Lorena, que además es una de las vecinas damnificados por las roturas en las veredas.

Hace 10 años que esta mujer tiene su negocio de artesanías frente el convento, en un local que alquila. Hace un par de meses, las máquinas que trabajan en la zona se subieron a su vereda y quebraron los cerámicos. Aún no pudo obtener una solución.

Su vereda sigue rota y nadie se hizo responsable. «Fui a ver al ingeniero encargado de la obra, le mostré lo que habían hecho. Hacía un mes que había renovado la vereda del local, que además alquilo. Presenté las notas de reclamo y nada», contó.

Autos rotos todos los días

Sobre la esquina de Caseros y Juramento, donde se colocaron las esferas de cemento, los conductores que no transitan seguido por la zona, son los primeros en llevarse por delante los adornos, que se colocaron a lo largo de todo el corredor.

Las esferas de cemento delimitan la vereda y el inicio de la calle. Ayer, luego de que tres vehículos chocaran con las bolas, colocaron un poste de alerta para que los conductores visualicen mejor el fin de la calzada.

Sobre la vereda ampliada, frente al convento, ya se instalaron las mesas de una confitería, que en las tardes y durante los fines de semana está llena de clientes. «La calle tan angosta puso en problemas no solo a los autos sino también a los colectivos, que pasan cerca del borde de las mesas. La verdad es que sobre Juramento, ya es la cuarta vez que levantan la obra y la hacen de nuevo. Las máquinas rompieron hasta las cloacas», recordó una de las vecinas que vive en la zona y que, si bien no quiso dar su nombre, informó que este fin de semana se concretará una reunión de todos los afectados para hacer una presentación ante la Justicia.

Los comerciantes de la zona destacaron que esto no puede seguir así, teniendo en cuenta que los daños para los locales son varios, a lo que se suman los perjuicios a un edificio colonial y centenario.

«Esto es parte del casco histórico y están haciendo desastres con estas obras. Parece que la persona que hizo los planos, nunca tomó contacto el espacio para ver cómo es», expresaron.

Obra caótica y vendedores ambulantes sin control

Las obras del Corredor de la Fe sobre Caseros afectaron a comerciantes del centro, donde además de tiendas de ropa se ubican locales de artesanías y confiterías. Durante la visita que El Tribuno realizó en la esquina de Caseros y Juramento, los dueños de los locales comerciales de la zona destacaron que el primer factor que redujo sus ventas fueron las obras, que ya llevan meses. El segundo es la presencia de vendedores ambulantes, que se ubican sobre la vereda del convento San Bernardo y ofrecen desde rosarios hasta frazadas a los turistas que se acercan al monumento histórico.

“Bajan la mercadería de camionetas cero kilómetro y se colocan a vender en la vereda, sin que nadie los controle”, expresó María, que ofrece dulces artesanales en un local sobre la calle Caseros.

La mujer dijo que el comercio ambulante es “totalmente desleal”. “Ellos no pagan impuestos, no tienen que cubrir un alquiler ni gastos de luz, que además ya llegan con aumento. Hace meses que tenemos ventas muy bajas”, expresó angustiada.

Los comerciantes destacaron además que el municipio no les ofreció ninguna reducción de impuestos para compensar las pérdidas que les generan las obras, las demoras, los daños y los cortes de tránsito.

 

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