La reconocida defensora de los derechos de los pueblos originarios, falleció este miércoles en la madrugada.Estaba internada, desde hace algún tiempo y el estado de su salud se agravó.
Durante la madrugada de este miércoles, falleció la referente wichí y defensora de los pueblos originarios, Octorina Zamora, tras estar varias semanas internada a causa de un grave problema de salud.
Cabe recordar que en las últimas apariciones públicas de Octorina acompañó a un grupo de mujeres del Pueblo Nación Wichí, que por primera vez en la historia de la provincia de Salta, exigió públicamente que se repare el daño causado por los abusos sexuales cometidos por hombres “criollos” en perjuicio de niñas y mujeres adultas indígenas, una práctica que aún sigue.
Fue el 22 de febrero, que la mujer wichí entregó formalmente al Ministerio de Seguridad y Justicia de Salta una carta firmada por una treintena de mujeres de la comunidad Misión Kilómetro 2, ubicada en el departamento Rivadavia, en jurisdicción del pequeño pueblo de Pluma de Pato, a casi 400 kilómetros de la ciudad de Salta.
A pesar de estar atravesando un momento delicado en su salud, también estuvo en Chaco para presenciar el juicio histórico por la masacre de Nepalpí, en donde le pidió cinco minutos a la ministra de las Mujeres, Elizabeth Gómez Alcorta, quien a pesar de tener tiempo disponible se negó a recibirla para escuchar las diferentes situaciones que deben atravesar las mujeres de las comunidades.
En su momento, Octorina denunció esta situación y lamentó que “no quisiera escucharla dos minutos”, lo cual consideró una falta de voluntad repudiable.
Además, la referente wichí logró trascender en los medios nacionales, luego de un informe en donde se denunciaba el “chineo”, es decir la violación sistemática de niñas indígenas desde los siete años a manos de los “criollos”.
Octorina empezó a denunciar las atrocidades del chineo hace muchos años, pero no encontraba nadie en la Justicia que la escuchara. “Cuando hicimos el reclamo, por ejemplo, en el Ministerio del Interior nos dijeron que no podían hacer demasiado porque se trataba de una práctica cultural. Pero no lo es, porque no es parte de la cosmovisión de los pueblos indígenas entregar a las niñas para que sean violadas, sino que es algo que se da por la dominación misma y por impunidad de los criollos con las comunidades indígenas”, manifestó en aquella ocasión la referente.
Por otra parte, horas antes de su fallecimiento, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), le otorgó la primera distinción honorífica “Eulogio Frites”, en reconocimiento a su trayectoria y compromiso inclaudicable en la defensa permanente de los derechos de niños, niñas, jóvenes y mujeres de los Pueblos Originarios y del medio ambiente.
Octorina Zamora – además de ser Niyat del pueblo Wichí – participó en las distintas demandas que su pueblo protagonizó. Fue la primera dirigente mujer que nacionalizó la lucha de los pueblos de la región chaqueña en los primeros años de la democracia argentina.
Octorina sostuvo constantemente las demandas territoriales con perspectiva de género al denunciar valientemente causas de violencia a las niñas y mujeres de su pueblo revelando el entramado de microviolencias presentes en la realidad de las voces estrellas, prácticas repudiables como la del “chineo”.
Por otra parte su labor tuvo un eje central en la educación y la cultura de su pueblo. Desde los inicios sostuvo una relación constante con la antropología: acompañó con sus perspectivas distintos proyectos de investigación, y apoyó la formación de jóvenes profesionales.
Los últimos trece años centró su trabajo en la formación de profesionales wichí y criollos de la región, posibilitando la primera experiencia de formación universitaria compartida con 20 estudiantes en la República de Cuba.
A partir de 2014, se realizaron talleres entre las comunidades wichí sobre las memorias de las migraciones laborales y se revisó la conformación de residencias-comunidades, en las que se borran los recorridos de sus parcialidades.
Esta revisión propuesta con el Colectivo Guías aborda los genocidios y las desapariciones de vidas apresadas en los museos de fines del siglo XIX hasta mediados del XX. Es así que hoy recuperar los antepasados también refiere al fortalecimiento de las memorias de la propia cultura wichí.
Sin dudas el pueblo originario y de Salta, pierde una valiente mujer, que a pesar de la falta de oportunidades y desigualdad, logró imponerse ante la adversidad y luchar por sus hermanos que hoy lloran su partida.
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