Salud

Más fuerza, oxígeno y resistencia: por qué el sexo aumenta el rendimiento deportivo

Además de mejorar la calidad de sueño, el sexo puede funcionar como un estímulo para la autoestima. De qué manera las relaciones sexuales aumentan el rendimiento en las actividades deportivas y cuándo es conveniente tenerlas

¿Es la abstinencia la respuesta? La creencia de que el sexo antes de la competencia puede tener un impacto negativo en el rendimiento se ha mantenido, con razón o sin ella, durante décadas. No obstante, pocos estudios han examinado científicamente cómo el sexo puede mejorar o perjudicar el rendimiento deportivo.

Existe evidencia que sugiere que tener relaciones sexuales poco antes de una competencia puede tener un impacto negativo en el rendimiento en los deportes de combate, velocidad y fuerza, al menos en los hombres. Las mujeres, por otro lado, producen más testosterona durante las relaciones sexuales, lo que sugiere que incluso podría aumentar el rendimiento en los deportes individuales.

«El motivo de dicha creencia asienta en que la disminución de la energía postorgasmo no contribuye a la disponibilidad energética general que se precisa para el trabajo deportivo. Sin embargo, diversos estudios científicos han comprobado que son más los beneficios que los prejuicios que esto podría ocasionar», aseguró en diálogo con Infobae Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo

Sin embargo, la capacidad de recuperación de un atleta podría verse afectada si tuviera relaciones sexuales aproximadamente 2 horas antes de un evento de competición. Las experiencias anecdóticas sostienen, por el contrario, un efecto positivo del rendimiento si la actividad sexual se realiza al menos 10 horas antes de la competición deportiva y particularmente si no está asociado con hábitos de estilo de vida incorrectos como el abuso de alcohol y drogas.

Un estudio publicado en el Journal of Sports Medicine and Physical Fitness en el año 2000, involucró a 15 atletas de alto rendimiento entre las edades de 20 y 40 años que participaron en un experimento de dos días. Los atletas recibieron instrucciones de abstenerse de tener relaciones sexuales por lo menos 24 horas antes del comienzo del estudio.

El primer día, completaron una prueba de esfuerzo en una bicicleta por la mañana, una prueba mental diseñada para medir la concentración por la tarde y luego una segunda prueba de esfuerzo físico más tarde en la tarde. Entre la prueba mental y la segunda prueba de esfuerzo, se tomaron muestras de sangre para las mediciones de testosterona. Luego, los atletas tuvieron relaciones sexuales con sus parejas habituales, quienes estaban al tanto del protocolo de la investigación.

Al día siguiente, los atletas participaron en las mismas pruebas y se les midieron nuevamente los niveles de testosterona. Los investigadores descubrieron que la actividad sexual no tenía un efecto general significativo sobre el rendimiento de los atletas durante el ejercicio y las pruebas mentales.

Las investigaciones han demostrado que tener relaciones sexuales con una pareja está vinculado a sentirse amado y deseado. Las personas con mayor autoestima se desempeñan mejor en el trabajo y socialmente, y eso también podría traducirse en el campo de juego.

«Además de los aportes a la salud física -continuó Ghedin-, el ejercicio en general y el sexual mejoran la autoestima, no solo porque nos vemos mejor, sino por sentir que nos cuidamos y valoramos. El impacto sobre la estima repercute sobre la cognición y las capacidades ejecutivas, resultando una mayor apertura al entorno y capacidad más aguzada para la resolución de problemas o contingencias vitales».

Mariana Kersz, psicóloga y sexóloga, explicó en diálogo con Infobae que la cantidad de hormonas que se liberan durante el acto sexual desde la melatonina y la oxitocina son hormonas del bienestar que conducen a un mejor estado de realización y sedación. «Hay hormonas que en su segregación son vitales para el bienestar y favorecen la competencia y la confianza y la autoestima crece», indicó la especialista.

Además de funcionar como un estímulo para su autoestima, el sexo puede ser de gran ayuda para los atletas que tienen problemas para dormir. Durante el acto sexual, el cuerpo libera endorfinas, que ayudan a relajarse y a conciliar el sueño para combatir la ansiedad y los nervios.

Si bien las investigaciones disponibles no apoyan la idea errónea de que la actividad sexual puede producir un efecto negativo en el rendimiento del atleta, se entiende que si un atleta sale y bebe o consume drogas la noche anterior a un juego y termina teniendo relaciones sexuales, es probable que su desempeño empeore al día siguiente. Sin embargo, las causas de su peor desempeño no radicarían en el acto sexual en sí, sino a las sustancias y la falta de sueño.

En su libro El sexo la noche anterior a la competencia no limita el rendimiento, Tommy Boone,miembro de la Sociedad Americana de Fisiólogos del Ejercicio, publicó un estudio en el que se comparaba el rendimiento de los hombres que corrían en una cinta. Lo que el estudio encontró fue que no hubo una diferencia significativa en el rendimiento entre los corredores que habían estado sexualmente activos la noche anterior (12 horas antes de la prueba) y los que se habían abstenido.

Según otro estudio, publicado en The Journal of Sexual Medicine, el sexo no tiene ningún efecto sobre la capacidad de los hombres para realizar los movimientos de entrenamiento con pesas. Durante cinco series de dos ejercicios para la parte inferior del cuerpo, tanto el rendimiento máximo como el promedio se mantuvieron estables sin importar si un hombre había tenido relaciones sexuales la noche anterior.

We have a problem. Young upset girl sitting on the edge of the bed, against her boyfriend, lying in bed.

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Una revisión exhaustiva de todos los estudios existentes sobre sexo y rendimiento deportivo encontró una gran cantidad de datos contradictorios y una falta general de evidencia sobre el rendimiento en el contexto de diferentes tipos de competencia.

Sobre sus beneficios el experto aseguró: «Se sabe que el acto sexual quema entre 85 a 100 calorías, por lo que el gasto de energía es mínimo. El ejercicio aeróbico y el sexual lleva más sangre a los tejidos, dilata los vasos sanguíneos en general (incluyendo la vascularización del pene y del clítoris, disminuye el colesterol malo (LDL) e incrementa el bueno (HDL), baja la glucemia y protege del hígado graso (esteatosis) aumenta la síntesis endorfina, dopamina, sustancias que generan sensación de bienestar y motivación para repetir la actividad».

«Orgánicamente no hay nada que implique que tener sexo la noche antes de una competencia deportiva pueda afectar el rendimiento. Emocionalmente, sin embargo, la predisposición es diferente porque las personas se distraen, y esto puede impactar en el desempeño», concluyó la especialista.

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