Ayer, miércoles 10 de marzo, en el Obelisco se realizó una movilización para pedir justicia por la muerte de Diego Armando Maradona, que sacudió al país y al mundo el 25 de noviembre de 2020. Bajo la consigna “No murió, lo mataron” y “Juicio y castigo a los culpables. La condena será social”, fanáticos del astro del fútbol y familiares marcharon por el esclarecimiento de lo que pasó en las últimas semanas con vida del “Diez”, que ya es parte de una investigación judicial.
Los organizadores del evento difundieron el flyer en su cuenta de Instagram @pueblo.maradoniano, donde aclararon que iban a reclamar sin violencia y respetando los protocolos por la pandemia de coronavirus.
A la marcha asistieron Dalma y Gianinna Maradona, y su madre, Claudia Villafañe, quien había asegurado que estaría “en primera fila”, por pedido de sus hijas, como finalmente sucedió. Minutos antes, al ser contactada por LA NACION, Dalma declaró que ya no tiene nada “para decirle a la prensa”.
A las tres se las pudo ver encabezando la columna para reclamar justicia, sosteniendo una bandera. Al verse desbordadas por la falta de distanciamiento, se retiraron a los quince minutos del Obelisco y se fueron caminando por la Avenida 9 de Julio con un grupo reducido, aunque los asistentes a la convocatoria las siguieron en su camino. De esta forma, la concentración en el Obelisco se convirtió en una marcha al grito de “¡Justicia!” hasta que las hijas de Diego y su exmujer debieron ingresar a un hotel.
A los pocos minutos, un integrante del equipo privado de seguridad declaró a los medios que Dalma y Gianinna querían dar un discurso para los que se sumaron a la convocatoria, pero que ante la desorganización prefirieron quedarse en el hotel, a pocas cuadras del Obelisco, donde permanecieron con su madre poco menos de una hora, muy conmocionadas, y luego salieron en diversos vehículos, sin poder dirigirse a la gente como tenían pensado.
El abogado de Dieguito Fernando, Mario Baudry, pareja de Verónica Ojeda, también estuvo presente con el hijo menor de Diego y la propia Ojeda, quien declaró ante los medios que está convencida de que a Diego “lo mataron”.
Antes de las 18, hora estipulada, ya se había acercado un gran número de gente. Al momento del inicio, se dificultó el cumplimiento del distanciamiento social por la cantidad de asistentes, muchos de ellos desplegando banderas y entonando cánticos contra, entre otros, el abogado Matías Morla.
La previa
Horas atrás Dalma usó sus redes sociales para exigir justicia por su padre y nuevamente ratificar su posición respecto al accionar de Matías Morla, Vanesa Morla, Víctor Stinfale, el médico Leopoldo Luque, el psicólogo Carlos Díaz y la psiquiatra Agustina Cosachov.
“¡Que vergüenza cada audio tuyo que sale, que asco me das! De solo escuchar cómo hablabas de mi papá, te deseo lo peor”, escribió respecto de Luque y de otro de los imputados, el psicólogo Díaz. “Este pelot… muy poco profesional diciéndonos mentiras en la cara para su conveniencia; hiciste bien en no decirme que venías del lado de Matías”.
En cuanto a Morla, Dalma le deseó “muchas operaciones para cambiarte la fisonomía porque no vas a poder caminar por la calle”. Gianinna, por su parte, difundió la convocatoria con un pedido a la gente. “¡Por favor! ¡Nos vemos todos ahí!”, publicó en su Instagram, donde además hizo público su apoyo a una movilización que también pidió que la Justicia avance con la investigación, que ya cuenta con siete imputados.
La respuesta de Dalma
Tras el desborde, que impidió que tanto Claudia, Dalma y Gianinna permanezcan en la marcha, la hija mayor del Diez hizo un fuerte descargo en sus redes sociales, donde responsabilizó a los medios.
“Lamentablemente fuimos caminando hasta el Obelisco lo más bien hasta que la prensa se nos tiró encima, fue imposible seguir avanzando porque la prensa también empezó a empujar a la gente y nos pareció que no era la forma. No fuimos a dar notas porque el objetivo nuestro no era ese”, escribió en Instagram.
Y finalizó: “Nadie insultó a mi mamá como quieren inventar (todo lo contrario) y no nos fuimos a refugiar a ningún hotel, sino que habíamos dejado nuestros autos en ese estacionamiento”.
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