El chofer salteño amplió su declaración indagatoria y contó qué pasó con los cuadernos que escribió con información de dinero vinculado a coimas durante el kirchnerismo.
“Los quemé en la parrilla del fondo de mi casa”; con esas palabras declaró el salteño Oscar Centeno, exchofer de Roberto Baratta -mano derecha de Julio De Vido-, en la investigación por las supuestas coimas en la contratación de obra pública en el kirchnerismo.
Centeno aportó una nueva versión sobre el destino de los documentos originales considerados claves en la causa que investiga el juez federal Claudio Bonadio. Su versión aportada ayer difirió considerablemente de la original, en la que sostenía que tenía guardada la documentación.
Pese a su relato inconsistente, el magistrado confirmó que Centeno sera “arrepentido” en la causa y por esto fue ingresado al Sistema de Protección de Testigos.
Versiones cambiadas
En su declaración de ayer, Centeno modificó su primera declaración acerca del destino de los cuadernos. En un primer momento había asegurado ante el fiscal Carlos Stornelli: “los tengo yo”.
Pero esa versión, que había sonado un tanto extraña deslizó la posibilidad que su esposa los hubiera llevado a lo de su suegra o a lo de su cuñado. Ante estas dudas, el Fiscal acompañó al mismo Centeno hasta su casa para que le indico el lugar exacto donde estaban guardados los cuadernos.
“¿No te acordás que los habías quemado?”
Al llegar a la vivienda la esposa de Centeno se mostró sorprendida y preguntó: “¿qué cuadernos?”. Su esposo ingresó, fue hasta un ropero, revisó una y otra vez, pero los cuadernos no aparecieron. Según él los había dejado debajo de unas carpetas.
Entonces su esposa se acercó y le preguntó: “¿no te acordás que los habías quemado?”. “Sí”, contestó el hombre y explicó que debía llamar a alguien que podía aportar más información para la causa, pero que no tenía su teléfono y debía pedírselo a su hija.
Según publica La Nación, cansado de las vueltas el fiscal Stornello ordenó que se revise por completo la casa de Centeno aunque no encontraron los cuadernos. Luego la Policía se dirigió a la casa del cuñado y allí tampoco halló evidencia.
Por esta situación de ida y vuelta, el acuerdo para que Centeno sea testigo en la causa quedó en suspenso.
Asesorado por su abogado, el defensor público Gustavo Kollmann, el exchofer de Baratta pidió ampliar su indagatoria y ayer ante Bonadio le dijo que había quemado los cuadernos en la parrilla del fondo de su casa. El juez homologó el acuerdo y lo ingresó al Sistema de Testigos Protegidos.
En su declaración, Centeno confesó que antes de quemar los cuadernos hubo un tiempo en el que los tuvo en su poder y que los había sacado de su casa porque tenía miedo que su actual mujer, que solía leerlos, pudiera usarlos contra su voluntad.
También dijo que se enojó con la persona a la que se los había dado para que los tuviera a resguardo. En los ocho cuadernos, Centeno registró a puño y letra cómo fueron los movimientos de dinero vinculados a presuntas coimas en la obra pública durante el gobierno kirchnerista.
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