El fiscal de la Cámara federal rechazó las declaraciones del ex juez de la Corte Suprema y recordó que sus ideas “han sido trágicas” para la Argentina por el impacto que tuvieron en la inseguridad
Un chiste malo. Un comentario inesperado para un jurista reconocido que integró la Corte Suprema de Justicia. El ex juez Raúl Eugenio Zaffaroni generó una fuerte polémica con sus dichos sobre la denuncia del fiscal fallecido Alberto Nisman. «Si estuviera vivo, creo que yo lo ahorco porque me hizo leer su escrito», ironizó.
Germán Moldes, fiscal general ante la Cámara Federal de la Capital, aseguró que los dichos del reconocido penalista defensor del abolicionismo, «denotan una desesperación, un estado de pavor de los acusados» ante el avance de la denuncia de Nisman, que ayer se reactivó. La relación surge del rol que tiene Zaffaroni como asesor jurídico de la ex presidente Cristina Kirchner y de otros denunciados, pese a que su apellido no aparezca como patrocinante en los expedientes judiciales.
«Zaffaroni es una persona que tiene condiciones humanas respetables pero sus ideas han sido trágicas para la Argentina porque han sido una de las causas que han arrastrado esta inseguridad», sintetizó Moldes en diálogo con radio Mitre.
Moldes fue uno de los dirigentes que más se movilizó en los últimos dos años para lograr la apertura de la investigación contra la ex Presidente y otros miembros de su partido, acusados por Nisman de encubrir el atentado a la AMIA. Y el 18 de enero, a dos años de la muerte violenta acontecida en Le Parc, fue uno de los oradores del acto que se realizó en Plaza de Mayo.
«La causa nunca estuvo abierta por el empecinamiento y las ilegalidades con las cuales se ha hecho tabla rasa con todos los principios de la Justicia. Está muy extendido que el juez (Daniel) Rafecas deberá dar explicaciones. Y es cierto, porque lo de Rafecas es horrible, pero no estaba solo. Rafecas, Freiler, Ballestero y el fiscal De Luca forman el cuarteto que se hizo cargo de negarle todos los caminos de investigación a la denuncia de Nisman», argumentó Moldes.
Rafecas es el magistrado que rechazó la instrucción de la causa en primera instancia. Su pronunciamiento fue ratificado por Ballestero y Freiler cuando les tocó expedirse en la apelación. Y De Luca se expresó en el mismo sentido cuando le tocó intervenir con su dictamen ante la Cámara Federal de Casación Penal.
De acuerdo con la mirada de Moldes, desde el día en que Nisman oficializó sus sospechas se cometieron «todo tipo de suciedades» para evitar que el caso avanzara. «Los denunciados estaban asustados y ahora ven que lo que quisieron hacer no les salió», redondeó.
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