Política

Gobierno nacionalIntendentes y movimientos sociales aliados del Gobierno se niegan a controlar precios

“No vamos a exponer a situaciones de tensión a nuestros compañeros y compañeras”, aseguraron los dirigentes al tiempo que lo consideraron perjudicial en medio de la campaña electoral
Intendentes y los movimientos sociales alineados con el Gobierno nacional se resisten a realizan controles de precios en los comercios de proximidad de sus municipios y barrios. La decisión obedece a una lógica política local y de relación con los vecinos. También porque es “pianta votos” en el contexto de la campaña hacia los comicios del 14 de noviembre.

Ayer jueves la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), la organización que agrupa a la mayoría de los movimientos que responden al Frente de Todos, realizaron una reunión presencial para tratar el tema. La asamblea fue movida.

Estaban presentes los integrantes de la Mesa Directiva, entre otros Esteban “Gringo” Castro y Dina Sánchez. El control de precios impulsado por el gobierno de Alberto Fernández, y la reunión que el gobernador Axel Kicillof mantuvo con los intendentes fue el tema principal tema de debate.

En primer lugar, todos estaban de acuerdo que la inflación es uno de los principales escollos que enfrenta el oficialismo de cara a revertir el pésimo resultado electoral de la elecciones PASO.

Se lo dicen los habitantes de los barrios populares que visitan “casa por casa”, en unos 1.500 barrios populares, no solo para llevar la propuesta del Frente de Todos, sino que intentan seducir a los que no fueron a votar para que lo hagan.

El aumento de alimentos y bebidas figura entre las primeras de sus preocupaciones. Por eso, en la asamblea de la UTEP, no existían dudas sobre la necesidad de un “congelamiento” o una “baja en los precios de los alimentos de primera necesidad”.

Sin embargo, ninguno de los representantes de las seis organizaciones reunidas se mostró partidario, al menos de aquí a las elecciones, en colaborar con el control de precios en los mercados y almacenes de proximidad como los denominados “chinos”, panaderías, o kioscos.

“Tenemos que hacer algo. Por ejemplo, salir a escrachar a las grandes empresas formadoras de precios”, propusieron desde el Movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE) y que tiene como principal referente a Juan Grabois.

Sobre esta medida, los dirigentes de las organizaciones “cristinistas”, se mostraron entusiasmados, los “albertistas”, más cautos.

La idea expuesta cerraba así: “No podemos exponer a los compañeros y compañeras a que confronten con los empleados o dueños de los almacenes. Eso va a generar tensión y hasta violencia, va a haber quilombo, y no queremos eso”.

De hecho, en la reunión quedó expuesto que dirigentes del MTE se reunieron con intendentes del conurbano “para darle una vuelta al tema del control, de precios” ya que una parte de los alcaldes de la provincia de Buenos Aires tampoco están dispuestos a exponerse a clausurar comercios de sus distritos “después que estuvieron casi un año cerrado”, por las restricciones impuestas por la pandemia.

Para alguno de los “barones” del conurbano, aparecer en medio de la campaña electoral, en un supermercado de proximidad, con la planilla de los precios máximos y multarlos económicamente, o colocar una faja roja y blanca de clausura es “demencial” y antipopular. No son formadores de precios, si venden los productos que ya tienen en las góndolas a pérdida, los comercios más pequeños “se funden” (sic). También explicaron que era contradictorio realizar este tipo de actividad contra comercios, de escasa superficie, que debieron auxiliar durante la pandemia, por ejemplo, con el no pago de algunos impuestos para que no bajen la persiana durante el aislamiento más duro.

Buena parte de esos pequeños comerciantes son vecinos de esos distritos y con una medida como esa “van a terminar votando a Santilli en vez de a Toloza Paz, o lo que es peor, a la lista de concejales de la oposición”.

Infobae dialogó en off the record con intendentes de las zonas Oeste y Sur del conurbano. Todos ellos estuvieron en el encuentro con el gobernador y expresaron, ante este medio en desacuerdo con salir a clausurar los comercios de sus barrios.

“Desde la Provincia respaldamos y vamos a acompañar las medidas que está implementando el Gobierno nacional para cuidar el bolsillo de la gente”, aseguró el gobernador bonaerense después de reunirse con el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, e intendentes del Frente de Todos. En el encuentro, el funcionario de Alberto Fernández, explicó que el objetivo central de los controles previstos eran a supermercados y formadores de precios.

Uno de los alcaldes que estuvo presente en ese cónclave, explicó su desacuerdo así: “En mi municipio, cerraron unos 80.000 comercios. Algunos eran PyMES. La mayoría pequeños comercios. Con la ayuda que le dimos, algunos lograron abrir otra vez. ¿Y ahora voy a ir a clausurarlos? ¿Los voy a clausurar a semanas de las elecciones, cuando tengo a mi gente recorriendo las calles para recuperar los votos que perdimos en las PASO?”, se pregunta indignado.

Esa lógica fue compartida por varios de sus pares consultados. En la reunión de la UTEP, los delegados de los movimientos sociales contaron experiencias similares.

La propuesta de la organización de Grabois contó con el apoyo del Movimiento Popular La Dignidad que lidera Rafael Klejzer, un militante vinculado al kirchnerismo, como Grabois, y director de la Secretaría de Economía Social, en el ministerio que administra Juan Zabaleta.

En la reunión de ayer, el Movimiento Evita, referenciados en dos funcionarios del Gobierno como Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro, ni siquiera se manifestaron a favor de los “escraches” a las grandes empresas. Tampoco dijeron que no. Pidieron el fin de Semana para debatir de manera interna.

Lo mismo ocurrió con los delegados de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), la organización referenciada en el diputado Juan Carlos Alderete, quien integra el bloque oficialista liderado por Máximo Kirchner.

Desde Barrios de Pie, cuyo coordinador nacional es Daniel Menéndez, y funcionario en el ministerio de Desarrollo Social, igual que Pérsico, también se expresaron en contra “al menos por ahora” de salir a controlar las góndolas de alimentos. “No vamos a exponer a nuestra gente a enfrentar este tipo de situaciones. Los empleados de los super chinos, de los mercados de los barrios populares son laburantes, cómo los vamos a controlar para que los clausuren sin a ellos le llega la mercadería, de los mayoristas, con precios más altos”.

Menéndez es candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires y sus militantes también recorren los barrios en busca del voto perdido en las PASO.

El peinado del padrón para ir a la búsqueda de quienes no fueron a votar en la elección del 12 de septiembre no significa un voto seguro para el oficialismo. El ausentismo en los barrios más humildes supone un voto histórico del peronismo, pero nada se puede dar como nada por asegurado.

Durante la reunión de la mesa directiva de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, también se escucharon razonamientos que ponían en contexto histórico el control de precios y la mirada que tienen algunos dirigentes sociales hacia adelante: “Es una política que ya fracaso, hay que ir por un cambio en el modelo productivo, a través del crédito productivo”.

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