Los bagayeros pueden cruzar caminando ahora que es época de estiaje en el río Bermejo y, como no podía ser de otra manera, se cobra “peaje” para ir de un país a otro.
La imagen es elocuente y retrotrae a la retina a paisajes del lejano Oriente, donde los habitantes improvisan puentes con barcas de juncos para facilitar el tránsito entre una y otra bando de un río.
Pero es aquí nomás, entre Aguas Blancas y Bermejo, a poco más de 300 kilómetros de Salta capital, donde una grupo de aguerridos bagayeros armaron un precario puente con gomones.
De más está decir que por el mismo están cruzando toda clase de mercadería de contrabando, además de ciudadanos de Argentina y Bolivia, de forma indistinta, hacia uno y otro lado de la frontera y, como uno ya no tiene lugar para el asombro, es posible que se animen a cruzar vehículos, tal como se vio hace unos días en fotos que dieron la vuelta al país.
Lo que sí es raro es que, como está pasando, las autoridades con jurisdicción y capacidad operativa en el tema y en el lugar, no tomaron aun la decisión de desarmar lo que a todas luces es un paso ilegal.
Y con mucha más razón si, como ya es vox pópuli en la frontera, los improvisados “guardas de aduana” se permiten cobrar el “peaje” que, a ojo de buen cubero, estiman adecuado para quien sea el pasador de turno.
De forma increíble, hasta el mediodía, fue imposible para El Tribuno contar con la versión oficial de autoridades destacadas en la zona como Gendarmería Nacional, Aduana o Migraciones.
Cargando ...
Agregue un Comentario