La inflación se desaceleró en noviembre frente a octubre, mes que alcanzó su récord en 2020. Sin embargo, se mantiene aún en un nivel elevado, que, algunos economistas anticipan, será un nuevo piso mensual para un año que termina marcado por la recesión más profunda de la historia como consecuencia de la pandemia de coronavirus, con controles oficiales de precios, un tipo de cambio vigilado de cerca por el Banco Central (BCRA) y con servicios públicos congelados.
El indec informó esta tarde que el índice de precios al consumidor del mes pasado fue de 3,2%, acumuló 30,9% en el año y en doce meses muestra un avance de 35,8%. La suba del capítulo de Alimentos y Bebidas fue de 2,7%, luego del 4,8% que había mostrado en octubre pasado. La inflación núcleo, que no contempla precios estacionales ni regulados, varió 3,9% en el mes, una aceleración frente a los números del mes pasado y el dato más alto del año.
Esta vez, las subas de los llamados «precios libres» no se concentraron en los alimentos -capítulo que más pesa en el índice- sino en Recreación y Cultura (5,1%), Equipamiento y mantenimiento del hogar (3,9%), Restaurantes y hoteles (3,2%), y Bebidas Alcohólicas y tabaco (3%). Otros que mostraron incrementos por encima del nivel general del índice fueron Salud (3,7%) y Transporte (3,6%).
El ministro de Economía, Martín Guzmán, ratificó ayer que las proyecciones del Gobierno en el presupuesto 2021, de 29%, son más realistas que las que vuelcan los economistas privados en el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), que estiman un alza de casi 50% para el año que comenzará en días.
El economista afirmó que este año la inflación estará casi 20 puntos por debajo de la del año pasado y anticipó, en un encuentro organizado por Eurasia Group, que noviembre iba a ser más bajo que octubre. Señaló además que la inflación se desacelerará gracias a la coordinación de política monetaria, cambiaria y fiscal, pero también al rol que el Estado tiene para alinear expectativas a través de acuerdos y regulaciones sobre los precios impulsadas desde el gobierno de Alberto Fernández.
Economía explicó que la desaceleración del mes respondió, en parte, a menores aumentos en estacionales (2%) y en los regulados (1,2%). Poco se explicó desde el Palacio de Hacienda sobre la aceleracion de la inflación núcleo durante noviembre.
La situación de los precios, sobre todo de los alimentos que desaceleraron, tiene un impacto directo en la pobreza en momentos en que muchas personas fueron perdiendo ingresos o su fuente laboral. Por caso ayer el Indec informó que, como efecto directo de la cuarentena para frenar la pandemia, el 49,3% de los hogares consultados tuvieron una reducción en su ingreso total. Un 40,3% contaba con, al menos, un miembro con problemas laborales, sean de despido, suspensión o disminución de ingresos. En tanto, un 33,8% redujo el consumo de al menos un alimento.
«Fue un registro un poco mas bajo que el esperado, principalmente en Alimentos y Bebidas», afirmó Guido Lorenzo, director de la consultora LCG a LA NACION. «Si bien desacelera con relación a octubre, es un ritmo de inflación que no es compatible con lo presupuestado para 2021, proyección que puede quedar desactualizada muy pronto. Nos preocupa entrar al nuevo año con alzas de entre 3% y 4%, cuando va a haber muchas anclas de levantar. La gran batalla de 2021 va a ser la inflación», afirmó.
«Con un desplome de la actividad que rondará el 11% a fines de 2020, y con anclas que difícilmente se puedan sostener mucho tiempo más, la desaceleración de casi 20 puntos en la inflación anual difícilmente pueda considerarse una buena noticia que amerite resaltarse como logro de gestión. En los últimos 8 años, la inflación promedio fue 35% anual, nivel al que retomará este año aun con las características antes mencionadas», dijo la economista Melisa Sala.
«Finalmente, el IPC mostró una suba significativa, arriba del 3%, pero menor que en octubre», dijo a este medio Lorenzo Sigaut Gravina, director de Ecolatina. «El dato preocupante es lo que paso con la inflación núcleo. Hay que retrotraerse a noviembre del año pasado, cuando llegó a 4% para encontrar una variación similar. Esto indica que el proceso subyacente está en niveles altos, rozando el 4%», señaló el economista, que recalcó que los precios estacionales «aflojaron» tras dos meses de subas elevadas y que los regulados siguen pinchados. «La inflación sigue alta. Vamos para dato en diciembre de entre 3,5% y 4%», anticipó.
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