Espectáculos

Fuerte testimonioHabló Raúl Velaztiqui Duarte, el hombre que llevó a Natacha Jaitt al lugar en el que murió

El productor dialogó con Mauro Viale y contó todo: cómo conoció a la mediática, por qué fueron al salón de eventos, qué pasó en esa fatídica noche y cómo le avisaron que ella había muerto

En las primeras horas del sábado Natacha Jaitt fue encontrada muerta en una habitación del salón de eventos Xanadú, en Benavídez. Quien la llevó hasta allí fue Raúl Velaztiqui Duarte, un amigo con el que ella iba a realizar una serie de eventos, según publicó Clarín.

Según trascendió, se acercaron hasta el lugar para tener una reunión laboral: allí, afirmó el productor, planeaban llevar adelante un festival de hip hop junto a Lissa Vera, la integrante del grupo musical Bandana.

Para explicar toda esta situación, que extrañamente terminó con la muerte de la mediática, Velaztiqui Duarte rompió el silencio y habló con Mauro Viale en su programa de A24.

«Estoy en mi casa, a disposición de su familia, todavía no tuve ningún contacto. Estuve 33 horas sin comer, sin tomar agua», fueron sus primeras palabras. Y agregó: «Me presté voluntariamente (a la Justicia) y pedí yo que me hicieran todo lo necesario para comprobar que yo no consumo y (esa noche) no tomé alcohol».

Los dichos del productor tienen un motivo: los resultados preliminares de la autopsia, que se realizó el sábado al mediodía en la morgue de San Fernando, constataron que había cocaína en las fosas nasales de Jaitt.

«Estoy alejado de la situación, pero fui el que la acompañó a Natacha, el que la llevó. Y bueno, a partir de ahí es (que vivo) esta pesadilla. Por eso es que le pido un poco de paciencia. Estoy muy aturdido», explicó Velaztiqui Duarte.

Y tras remarcar, notablemente quebrado, que «se están diciendo barbaridades, cosas que no tienen sentido», explicó el paso a paso de la historia que finalizó con la triste noticia del fallecimiento de Jaitt.

CÓMO SE CONOCIERON

«Fue así. Yo a Natacha la conozco hace muchos años, si bien no éramos amigos íntimos ni teníamos una relación de afinidad cotidiana, yo soy muy amigo de Lissa, la chica de Bandana. Estábamos en un proyecto de hacer un campeonato de hip hop. Me encontré con Natacha el 31 de enero en el cumpleaños de Lissa. Ahí charlamos. Proyectamos hacer una serie de eventos de estos al que fuimos».

LA PRIMERA REUNIÓN

«El Día de San Valentín fuimos a un restaurante para cenar y reunirnos con otras personas para generar otro proyecto junto con Lissa, porque estaba la gente de la Municipalidad, para ver qué posibilidades había para realizar ese campeonato (de hip hop). Ahí conocimos a un señor que era el dueño del lugar. Se hizo una buena conversación, quedamos en una nueva reunión. Después fuimos a su casa a otra reunión. Comimos, seguimos hablando del proyecto de trabajo y ahí surgió la posibilidad, por una cuestión de locación, de espacio, que él tenía un amigo que era el dueño de este lugar (Xanadú). Eso fue el martes de la semana pasada».

EL PRIMER CONTACTO CON EL DUEÑO DE XANADÚ

«Después de esa cena quedó la posibilidad de contactarme con este señor, el dueño del lugar. El día jueves me pasan el contacto, yo me comunico, me presento, le digo que me pasó el contacto Marcelo por la posibilidad de tener una reunión. Me dice que sí. El día viernes pactamos la reunión para ir a conocer el lugar, explicarle el proyecto y ver cuáles eran las posibilidades de hacerlo La reunión se pautó para las 21».

LA ÚLTIMA NOCHE

«Como llovía un montón, yo la pasé a buscar a Natacha por su casa. No vi absolutamente nada fuera de lugar. Fuimos y llegamos tarde porque llovía muy fuerte. Llegamos a las 22.30. A partir de ahí, cuando llegamos ya había dos personas más. Tanto Natacha como yo no los conocíamos, no teníamos más que ese primer contacto de la reunión. Llegamos, nos reunimos, empezamos a charlar el proyecto… En ningún momento vi que la gente consumiera ni la vi consumir a Natacha. Eso está declarado en el expediente. No noté nada raro hasta el momento en el que nos estábamos por ir. En ningún momento van a ver mi imagen, sólo hay una imagen cuando me muestran el recorrido del lugar. O sea, todo lo que están diciendo es, no sé, ficción. Yo no lo vi, sino me hubiese ido. Hubo una parte que desde donde yo estaba sentado, que siempre estuve sentado, era imposible poder ver. No se ve si (Natacha) se va para arriba. Ellos e van a otro lugar, pero no sé por qué. La última vez que la vi estaba como en la cocina. Después no sé para dónde se fue. La perdí por 15 minutos. Y ahí pasa todo, me dicen que se quedó dormida».

EL MOMENTO EN EL QUE LE AVISAN QUE NATACHA JAITT MURIÓ

«Me llamó poderosamente la atención que cuando ya nos estábamos yendo bajó el dueño del lugar y me dijo ‘se quedó dormida’. Yo pensé: ‘Imposible, si ya nos estamos yendo de la reunión’. Me alertó. Yo ni siquiera sabía que se había acostado a dormir. Ahí le mandé un WhatsApp, pero como no me contestó me pareció raro. Automáticamente la empiezo a llamar. Ahí dije: ‘Esto es raro’. Y ahí pasó lo que pasó después. Yo soy un hombre de bien, de trabajo. No fui a una fiesta de drogas, de alcohol y prostitución (se quiebra). No la estoy pasando bien. Yo fui a una reunión de trabajo».

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