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Ruta 50Habla la viuda del joven que murió atropellado por su primo borracho: «La más chiquita me repetía ‘Auto malo, auto malo'»

Joel Jaimez tenía 28 años y fue embestido cuando viajaba con la moto de su abuelo por un auto conducido por un familiar en estado de ebriedad

Joel Jaimez, ex gendarme, tenía una relación muy particular con su abuelo Samuel. Aún con sus 28 años, casado y con dos hijas, el joven oriundo del pequeño pueblo de Aguas Blancas en la frontera salteña con Bolivia se tomaba un día por semana para irse a dormir a la casa de Samuel. Fue su primer nieto y desde un primer momento el vínculo se tornó inquebrantable. El abuelo lo había criado. Básicamente era como su padre.

A lo largo de los últimos años, el cuidado de la salud de Samuel se volvió una obsesión para el joven. Sentía que tenía que estar atrás de cada detalle.

El sábado por la tarde, Jaimez viajaba por la Ruta Nacional Nº 50 desde su Aguas Blancas hasta la zona de Zolazuty, donde se encontraba la finca del anciano, para llevarle los remedios. Fue ese mismo trayecto en el que el ex gendarme encontró la muerte de la manera más absurda: un auto blanco conducido por su primo Fabián Sarmiento, que se encontraba en un estado de ebriedad absoluto, y en el que también viajaba Johny Jaimez, un tío al que él consideraba como hermano, lo atropelló de frente y le quitó la vida de inmediato. La moto en la que Joel viajaba se la había prestado su abuelo. 

«No hay mucha explicación que pueda encontrar en este mundo para lo que pasó. Era una persona familiera, cocinaba para todos siempre. Amaba jugar con nuestras dos hijas. Y estaba siempre presente para lo que necesitáramos», explica con angustia Patricia Jaimez, la esposa de Jaimez.

«Joel» era el apodo que había recibido desde chico: su nombre real era Leonardo Jonathan. Se puso en pareja con Patricia hace tres años: «En la secundaria ya me gustaba y lo perseguía, pero él tenía novia. Después, él se fue unos años a vivir al sur de la provincia y volvió hace un tiempo. Estaba pasando un momento personal difícil. Por eso, lo empecé a acompañar, y así empezamos».

La pareja tuvo dos hijas: Julieta, que hoy tiene tres años, y Ariana, de dos. «Joel fue un padre ejemplar. Siempre se dedicaba parte de su día para jugar con las chicas. Incluso,Ariana, la más chiquita, tiene algo especial con su papá, era mucho más pegada a él que a mí», afirmó Patricia.

A lo largo de los últimos dos años, la situación económica de la familia empeoró. Y el joven tuvo que rebuscársela, una vez más, para poder salir adelante: «Él era gendarme, pero un día se peleó con un compañero en la puerta de un boliche. Este chico tenía contactos con gente poderosa de ahí y lo sacaron de la fuerza».

«Desde ese momento, la verdad que se tuvo que ganar la vida como ‘bagayero’, transportaba mercaderías en la frontera. Mientras, en los últimos meses estaba a punto de recibirse de policía. Sólo le faltaban los exámenes psicotécnicos», explicó Patricia.

La última vez que Patricia vio a su marido fue el viernes por la noche, cuando se fue a lo de su abuelo. El sábado por la tarde, la mujer con las hijas de la pareja, acudió a una iglesia con sus hijas: «Fuimos a una escuelita bíblica del evangelio. Allí hicimos muchas actividades. La mayor le hizo un dibujo a su papá, que tenía pensado entregárselo el próximo domingo por el Día del Padre. Incluso se enojó porque la maestra no le dejaba llevarse el dibujo a casa porque todavía tenía la témpera fresca».

Mientras tanto, a unos pocos metros de allí, Joel moría sobre el asfalto de la Ruta Nacional Nº 50.

 

Fabián Sarmiento, primo hermano de Joel, acusado de ser el victimario, fue de visita a la casa a Johny Jaimez, en Aguas Blancas. Johny era el tío de Joel, pero al tener edades similares y al haber sido criados juntos por Samuel, ambos consideraban al otro como un hermano.

Sarmiento le pidió a Johny si lo acompañaba a Orán a hacer un trámite. Jaimez asintió y ambos salieron a la rutas en un auto blanco.

El problema es que Sarmiento se encontraba perdido en una borrachera sin demasiado control. Así, era tal su estilo temerario de conducir que los ocupantes de un vehículo que viajaban detrás del suyo decidieron comenzar a filmar sus maniobras peligrosas.

El video se convirtió en el registro de una tragedia familiar: el auto blanco se torció hacia la izquierda, se plantó en el carril de contramano y al cabo de unos segundos embistió la moto en la que viajaba Joel.

«Yo me enteré como a la hora y media. Me conecté a una red social y vi que se estaba viralizando el video en la cuenta de Radio Güemes. Cuando me puse a leer los comentarios, vi que una persona escribió: ‘La víctima fatal fue Joel Jaimez’. Ahí se me vino el mundo abajo y empecé a llorar sin parar. Llamaba a la familia y nadie me atendía. El accidente fue a las 18:30 y recién dos horas después empezaron a llegar los familiares a mi casa para confirmármelo», se lamentó Patricia.

«Cuando encima me enteré más tarde que el que lo atropelló era su primo, además de tristeza me entró mucha bronca. No lo podía creer», agregó.

Captura del video en los momentos previos al accidente

Captura del video en los momentos previos al accidente

Dos días después de la tragedia, Patricia todavía no habló con Fabián Sarmiento ni con Johny Jaimez: «A Sarmiento casi no lo conocía. Él era de Orán, solo lo había visto, sin hablar, un par de veces en mi vida. Pero sé que tenía mala fama. Y Johny se encerró en su cuarto y todavía en dos días no salió de ahí. Tampoco quiere hablar con nadie. Él también estaba borracho en el auto. Y esta gente es así: trabajan y toman, trabajan y toman».

Los análisis forenses determinaron que Sarmiento registró 3,56 gramos de alcohol en sangre, un parámetro siete veces superior al permitido a nivel nacional para conducir un vehículo.

Asimismo, la noticia generó una conmoción absoluta en Aguas Blancas, que con sus apenas 3.700 habitantes, no tardó en convertirse en el escenario de «fiscales» y «abogados» del puerta a puerta.

«Somos muy pocos y es un pueblo muy chiquito y cerrado. Acá, la mitad de la gente es ‘bagayera’. Nos la rebuscamos como podemos. Y esto que pasó nos golpeó a todos.No podemos entender cómo pasó algo así dentro de una misma familia», le dijo a Infobaeuna fuente cercana a la municipalidad de Aguas Blancas.

«Encima, todavía no nos habíamos terminado de recuperar de un accidente que hubo el 23 de diciembre del año pasado, cuando un auto se chocó contra un árbol y murieron dos vecinos de acá, del pueblo», completó.

La familia Jaimez vivió siempre en Aguas Blancas, un pueblo salteño ubicado en la frontera con Bolivia

La familia Jaimez vivió siempre en Aguas Blancas, un pueblo salteño ubicado en la frontera con Bolivia

Durante el domingo, Patricia tuvo la terrible tarea de comunicarles la noticia a sus hijitas. Ambas decidieron acudir al velorio y acompañaron al cuerpo de su padre durante todo el tiempo que estuvieron en la ceremonia. «La más chiquita me repetía ‘Auto malo, auto malo'», recordó Patricia.

Mientras tanto, la familia de Johny Jaimez no supo cómo pedirle disculpas a la viuda por lo sucedido: «Más allá de que Johny no manejaba, su familia me pidió perdón sin parar y me decían que no sabían cómo pudo pasar esto, no sabían qué hacer».

En tanto, Sarmiento quedó preso y quedó imputado esta mañana por el delito de «homicidio simple con dolo eventual» por una fiscalía de Orán. Continuará privado de su libertad al menos hasta la celebración del juicio.

Por su parte, Samuel, el abuelo de la víctima, también se enteró de la pérdida de su primer nieto. Permaneció en silencio mientras se lo contaban. Prefirió no asistir al velorio.Sólo él encontrará las herramientas para masticar la tragedia que acaba de sufrir.

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