Golpe de Estado en Sudán: arrestan el primer ministro y funcionarios del gobierno

El ejército anunció que prevé instaurar un gobierno tecnocrático para dirigir al país a elecciones; líderes internacionales condenaron el golpe

Las Fuerzas Armadas de Sudán arrestaron al primer ministro, Abdallah Hamdok, y a varios altos funcionarios civiles del Ejecutivo del país africano en la madrugada de hoy, en un golpe de Estado que disolvió al gobierno de transición y provocó varios llamados a la calle de los principales grupos revolucionarios.

Los soldados leales al general Abdelfatah al Burhan tomaron el control y desmantelaron el Consejo Soberano de Sudán, el gobierno de transición del país dividido en dos facciones desde la destitución del expresidente Omar al- Bashir dos años atrás.

Burhan declaró un estado de emergencia y dijo que el ejército designará un gobierno tecnocrático para dirigir al país rumbo a las elecciones, programadas para julio de 2023. “Las Fuerzas Armadas continuarán realizando una transición democrática hasta que se entregue el liderazgo del país a un gobierno civil electo”, indicó.

La oficina de Hamdok anunció en una publicación de Facebook que él y su esposa fueron detenidos la mañana del lunes como parte de un “golpe de Estado completo”.

El domingo, los grupos pro democráticos habían advertido de un posible golpe, cuando las fuerzas de seguridad dispersaron con gases lacrimógenos una manifestación de pro-militares que pedían la disolución del gobierno provisional.

Los manifestantes bloquearon brevemente las principales carreteras y puentes de la capital Jartum, aislando la zona central de los barrios.

El Ministerio de Información de Sudán confirmó hace minutos que las fuerzas armadas dispararon contra los manifestantes “que rechazaron el golpe militar” en la capital y en su ciudad hermana Omdurman.

El ejército utilizó “munición real” contra los manifestantes. Personal médico confirmó al menos dos muertes por los enfrentamientos con las fuerzas. “El comité médico sudanés detectó al menos 12 heridos en los enfrentamientos en Jartum”, escribió en Twitter Sky News Arabiya.

La gente coreaba “El pueblo es más fuerte, más fuerte” y “¡La retirada no es una opción!” mientras el humo de los neumáticos en llamas cubría el aire.

“Los sudaneses que rechazan el golpe se han reunido, desafían las balas y llegan a la sede del Comando General del Ejército”, informó el ministerio de Comunicación en Facebook.

“Pedimos al pueblo sudanés que proteste utilizando todos los medios pacíficos posibles… para recuperar la revolución de los ladrones”, escribió la oficina del primer ministro Hamdok en un comunicado.

El acceso a Internet se cortó de forma generalizada y la televisora estatal de noticias emitía música patriótica tradicional. En un momento dado, militares asaltaron las oficinas de la televisora estatal en Omdurman y detuvieron a varios trabajadores, según el Ministerio de Información.

Repercusión internacional

Organismos Internacionales y funcionarios de distintos países expresaron su preocupación por los sucesos en Sudán.

El enviado especial del gobierno de Joe Biden al Cuerno de África, Jeffrey Feltman, indicó hoy por la mañana que estaba “profundamente alarmado” por los reportes. Feltman se había reunido durante el fin de semana con líderes militares y civiles de Sudán para tratar de resolver las crecientes diferencias entre los miembros del gobierno provisional.

En tanto, Josep Borrel, tuiteó que seguía los acontecimientos ocurridos en el país con “la máxima preocupación”.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó el “golpe militar en curso” y pidió la liberación “inmediata” del primer ministro del país.

“Debe garantizarse el pleno respeto de la carta constitucional para proteger la transición política que tanto costó conseguir”, afirmó Guterres.

“Expreso nuestro apoyo al gobierno de transición sudanés y pido la liberación inmediata y el respeto de la integridad del primer ministro y de los dirigentes civiles”, expresó por su parte el presidente francés, Emmanuel Macron.

Un intento golpista fallido en septiembre dividió al país en dos viejas facciones, enfrentando a los islamistas más conservadores que quieren un gobierno militar contra aquellos que derrocaron a Al-Bashir en protestas multitudinarias. En días recientes, ambas partes habían salido a las calles en protestas.