Fue una catástrofe política para el justicialismo salteño el que, en la práctica, bajo el comando del “indio”, consiguió el 1,62% de los votos.
Desde que Manuel Santiago Godoy llegó a la Comisión de Acción Política (CAP)del Partido Justicialista local el peronismo salteño que adscribe orgánicamente al sello presenta una caída sistemática desde hace cuatro elecciones.
“El Indio” logró de a poco “adueñarse” del Partido Justicialista aprovechando la ausencia permanente de Juan Manuel Urtubey en la provincia a causa de su aspiración nacional. Supo desde ese lugar y desde hace unos ocho años determinar el destino del peronismo salteño, el que no resultó precisamente exitoso a la luz de los sucesivos fracasos y paupérrimos resultados.
Los peronistas de adentro y de afuera del PJ lo acusan de una inescrupulosa habilidad y de sostenerse gracias a estar sentado sobre una sospechosa caja de fondos reservados de la Cámara de Diputados con la que administra adhesiones a través de nombramientos, prebendas, dadivas y compra de voluntades.
Otros de los dardos con los que disparan los detractores justicialistas de Godoy es la del manejo discrecional y poco claro de los fondos del partido y con ello, de subir y bajar candidatos o listas a su antojo.
En las elecciones del domingo 10 de noviembre el PJ de la Capital tuvo la peor elección de su historia lo que lo deja sin conseguir ni una solo banca para diputado ni para concejal.
La candidata a diputada provincial del PJ, Telma Gómez, quedó en el anteúltimo lugar consiguiendo solo 4.529 votos, es decir un lastimoso 1.62%.
En la categoría concejales no le fue mejor. No le alcanzaron las prebendas, ni las dadivas ni siquiera el aparato sindical del titular del gremio estatal UPCN, Gustavo Soto, sirvieron para conseguir una banca en el Concejo Deliberante ya que solo obtuvieron 5.625 votos, un paupérrimo 2,05%.
La caída sistemática del PJ de la Capital desde que Godoy se adueñó de su destino lo llevó hasta el peor de los escenarios. El deterioro era sostenido y notable, se acrecentaba en cada elección. Tanto es así, que en el año 2015 el justicialismo de la Capital sacó unos 60.000 votos; en el 2017 cayó a unos 40.000. Para sumar desgracias, este año, Godoy cerró filas con Sergio Leavy a quien, según los críticos de ambos, le “compró” la candidatura a diputado nacional para su hijo, Lucas Godoy, a cambio de financiamiento de la campaña y de poner a disposición diputados de distintos departamentos que reciben los “derrames” de las prebendas de “El Indio”. Pero todo salió mal, o peor. El abrazo con el “Oso” terminó siendo un salvavidas de plomo para ambos. En las PASO provinciales del 2019 el PJ de la Capital sufrió una estrepitosa derrota cayendo a 23.000 votos para luego empeorar en las generales de este 10 de noviembre con escasos 4 o 5 mil votos.
El PJ se hunde hgacia el fondo del abismo empujado por un hombre que ostenta el raro privilegio de tener una de las peores imágenes negativas del arco político salteño y de llevar 20 años en la Cámara de Diputados y 16 presidiéndola con permanentes sospechas de manejos pocos claros.
Los últimos resultados pueden precipitar una ruidosa caída de Manuel Santiago Godoy y en la trayectoria del descenso puede arrastrar a muchos otros que se beneficiaban del poder de “El Indio”, el que hoy pende solo sujetado de un cabello.
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