Salud

“Evolución darwiniana”: cómo se reproduce el Covid en el organismo y por qué aparecen nuevas variantes

Desde el contagio a la mutación, dos investigadores del Conicet explican el proceso que necesita el coronavirus para propagarse y cuál es la clave para frenarlo.
Infectar, reproducirse, mutar para sobrevivir, hacerse más fuerte y seguir contagiando. La multiplicación a gran escala del coronavirus hizo que algunas de sus mutaciones deriven en las variantes de preocupación que hoy nos siguen complicando. Ahora es Delta. Mañana, no sabemos. Los especialistas también observan con atención lo que ocurre con las originadas en Sudáfrica, Manaos (Brasil) y Reino Unido. Para entender cómo frenar al Covid 19, primero habría que comprender qué necesita el virus para propagarse, cómo se reproduce y cómo cambia.

A diferencia de lo que ocurre con otros agentes patógenos, como las bacterias, los hongos o los parásitos, los virus necesitan sí o sí de nuestro organismo para reproducirse. “Deben adueñarse de la maquinaria biosintética de las células para crear múltiples copias de sí mismo”, explica Jorge Geffner, doctor en Bioquímica y profesor de Inmunología de la Facultad de Medicina de la UBA.

En el caso del coronavirus, “utiliza la proteína S para unirse al receptor de la célula e infectarla. Ya en el interior, replica su material genético, el ARN, con la ayuda de una enzima de la propia célula”, detalla.

Pero en este procedimiento, señala Geffner, comete errores aleatorios que son “el origen de las mutaciones”.

“Siempre hay mutaciones y, en la mayoría de los casos, esos cambios no le otorgan ninguna ventaja al virus, incluso lo debilitan. El problema se da cuando el coronavirus circula masivamente. En esas situaciones, se reproduce y muta tanto que puede salir fortalecido”, comenta el experto, que es investigador superior del Conicet. Y agrega: “Eso se da por la falta de vacunas o la escasez de medidas preventivas y así surgen las variantes de preocupación”.

Estas variantes se caracterizan por ser más transmisibles o por estar asociadas a casos de mayor gravedad o por evadir la respuesta inmune. “Pueden tener uno de estos elementos o varios. Hasta el momento son cuatro: a Delta, originada en India, se suman la de Manaos (Gamma), la sudafricana (Beta) y la británica (Alpha)”, precisa Geffner, quien resalta que el Covid muta mucho menos que otros virus, como el del VIH. “Por eso no tenemos una vacuna contra el VIH, por la cantidad de mutaciones que presenta”, aporta.

Una célula infectada genera miles de partículas virales que pueden alcanzar a millones de células, especialmente en la vía aérea, según confirma Geffner.

“El virus que ya mutó esparce partículas virales con esa mutación con la que sigue dañando el organismo de la persona contagiada y, a la vez, hace que ese individuo le transmita su carga viral modificada a otro”, precisa el especialista, quien señala, además, que es un virus con amplias chances de propagarse ya que mata al 1% de la población que infecta. “No es como el Ébola, que tiene una mortalidad cercana al 50%”, cuenta.

Otro dato a destacar tiene que ver con sus tiempos de reproducción. “El Covid ingresa por la nariz o la boca y la persona puede estar hasta 7 u 8 días sin síntomas o incluso cursar todo el cuadro en forma asintomática. Sin embargo, en solo un día infecta, se replica y muta. Es decir que esto puede pasar antes de que el contagiado sepa que tiene el virus”, advierte Geffner.

Y sigue: «La única forma de saber realmente si el virus mutó es a partir de la secuenciación genómica, un análisis en profundidad para determinar la composición del virus».

Ante la consulta de si hay personas que podrían resultar mejores huéspedes que otras para la generación de mutaciones, Geffner sostiene: “Un sistema inmune más robusto podría traducirse en un control mayor de la infección. Eso baja las chances de reproducción y, por lo tanto, de mutaciones. Por esto podría decirse que una persona joven y sin factores de riesgo sería peor huésped para el Covid. Aunque nada es tan lineal ni está suficientemente estudiado”.

La vacuna, por generar anticuerpos, es definitivamente “el camino para bloquear el avance de la infección y reducir las chances de que aparezcan nuevas mutaciones”, aporta.

Los escenarios que favorecen las mutaciones
Horacio Salomón, bioquímico, doctor en Virología e investigador superior del Conicet, coincide con Geffner en la importancia de la vacunación. También remarca la necesidad de no dejar que el virus circule libremente.

“Las variantes de preocupación se registraron en países que no tomaron las medidas recomendadas. En Inglaterra, por ejemplo, dejaron que el virus se replicara entre la población y eso hizo que lograra una mejor adaptación que derivó en la variante de Reino Unido. La generación de otras variantes alternativas a la original de Wuhan consideradas de preocupación también tuvo que ver con la falta de barreras preventivas en India, Sudáfrica y Brasil”, resalta Salomón.

“Los virus son material genético y el único objetivo que tienen es multiplicarse. Por eso en computación se habla de virus informático. Es algo que infecta y se replica”, comparte.

Según el especialista, que es director del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida, “siguen una evolución darwiniana, se van adaptando para sobrevivir”.

“El coronavirus, al igual que el resto de los virus, va a intentar evitar la respuesta del sistema inmune para no ser bloqueado y generar nuevas variantes. De alguna de esas mutaciones al azar pueden surgir modificaciones que le permita multiplicarse mejor”, asegura y explica que “los virus tienden a no matar al huésped porque lo necesitan para seguir reproduciéndose”.

Dice que “el organismo se defiende a partir de una respuesta innata o inespecífica, que es un mecanismo de defensa que se activa frente al agente extraño” y que “también puede contar con una respuesta específica que se divide en dos: inmunidad humoral (anticuerpos) y celular”.

“Por ejemplo, hay células que, tras infectarse, para evitar la replicación del virus, van hacia la muerte. Ese es uno de los mecanismos de la respuesta inmune”, afirma Salomón.

El especialista insiste en que la forma de alcanzar esa respuesta específica o inmunidad y evitar nuevas mutaciones es a partir de la vacunación.

“Es importante que todos los países vacunen porque si el virus circula sin restricciones aumenta el riesgo de que surjan nuevas variantes, que primero afectarán solo a esa región pero luego se extenderán, como está pasando con Delta. Lo dice la Organización Mundial de la Salud (OMS): no es solo un tema de equidad, se trata de un asunto de salud global”, cierra.

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