«Todos los reactivos que se usan para darle seguridad al plasma en su obtención no eran trasladados en costo a ningún laboratorio privado, por ende, el plasma debería hacerse sin costo», expresó el ministro de Salud.
El cobro de plasma en Salta desató un escándalo nacional. Después de que saliera a la luz el dato de que la empresa Hemosalta, liderada por el médico Martín de la Arena, les cobraba a los pacientes $30.000 (treinta mil pesos) la transfusión de plasma, la Fiscalía la Fiscalía de Delitos Económicos Complejo tuvo que iniciar una causa para investigar el turbio negociado. La directora del Centro Regional de Hemoterapia, Betina Saracino, habló respecto al tema y confirmó que pese a que sea gratis las clínicas privadas deben costear los gastos extras que surjan en el proceso. La poca claridad que hay en un tratamiento que se convirtió en un negocio para el sector privado llevó a que el ministro Juan José Esteban salga a dar la cara.
Esteban criticó a Sarcino y remarcó su incompatibilidad en ocupar el cargo público y mantener vínculos con empresas privadas.
«El plasma no se debe cobrar ni en el público ni en el privado. Obviamente nosotros no cobramos en el público el plasma. De todas maneras, la situación del plasma surge a partir de una notificación de un centro privado de hemoterapia donde manifiesta que se le iba a cobrar 30 mil pesos y que tenían después los pacientes que ir a las obras sociales para la devolución», expresó el ministro a Hora 7, programa de FM Noticias.
«Yo tomo esta notificación de las redes y, en forma inmediata, actué porque me parecía totalmente improcedente que el Centro Regional de Hemoterapia, en la procura de un plasma seguro en la aféresis, todos los reactivos que se usan para darle seguridad al plasma en su obtención no eran trasladados en costo a ningún laboratorio privado, por ende, el plasma debería hacerse sin costo», agregó Esteban.
Con respecto al negociado que se armó en esta pandemia a costa de la salud pública, el ex gerente del Hospital Señor del Milagro aclaró: «Hay una ley 22990, con un artículo 91 donde se multa, incluso con años de prisión, a quién comercializa la sangre y sus hemocomponentes. Ahí actúa la justicia. Yo no firmé ningún memorándum para el Centro Regional, ninguna resolución donde se diga que se va a cobrar los reactivos, en absoluto. Estoy ajeno a esa situación. El Centro Regional tiene convenio con los prestadores privados, y los prestadores privados sacan los componentes del Centro Regional y, a través del arancelamiento, se paga los costos que devienen de la fabricación de los hemocomponentes. Pero ese es un convenio que tienen hace tiempo atrás. Yo no he firmado ninguna resolución. Es más, la posibilidad de que un Centro Regional de Hemoterapia empiece a hacer plasma está firmada el 14 de junio, prácticamente a mitad de la pandemia, esa es otra cosa que no entiendo. Yo heredo esta situación».
Además, el Ministro confirmó que existiría una incompatibilidad en la función de Betina Saracino como directora del Centro dado que, a su vez, se desempeña en el sector privado. «El Centro Regional de Hemoterapia se crea hace 10 años, y a lo largo de estos 10 años lo han manejado como presidentes todos hemoterapeutas, todos han sido hemoterapeutas que han tenido trabajo público y privado, porque esa es la realidad. Nadie hizo mención a lo largo de estos años de esta situación de incompatibilidad, nunca se hizo nada. Ahora está eso analizándose», finalizó.
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