Organizaciones sociales y dirigentes de partidos políticos coparon las calles del microcentro para exigir políticas de género y la legalización del aborto.
En el Día Internacional de Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres, una importante cantidad de mujeres y varones se movilizaron por las calles de la ciudad. Además de exigir la implementación de políticas públicas para defender a las mujeres y la legalización del aborto en el país, la movilización se pronunció en contra del “golpe de Estado en Bolivia” y la crisis social que atraviesa Chile.
“Si el Estado no está presente nunca se solucionarán las problemáticas que padecemos las mujeres” dijo María Lapasset a LA GACETA.
Consultada por la llegada de Alberto Fernández a la presidencia y su postura sobre la despenalización de la irrupción del embarazo, la referente de Unidad Popular destacó la importancia de avanzar en ese aspecto porque el “aborto es un tema de salud pública”. “Si se abordaría este tema con una consulta popular ya estaría aprobado porque forma parte del sentir de muchas mujeres, sin importar la religión”, agregó.
Por su parte, Andrea Villegas enfatizó que la necesidad de que el gobierno venidero apueste a políticas que garanticen los plenos derechos de las mujeres en el país. “Cada 27 horas nos matan y con un presupuesto que destina $11 por mujer no se resuelve el machismo”, afirmó la dirigente del MST.
¿Por qué se conmemora este día hoy?
El día de la No violencia contra la mujer surgió luego del asesinato de tres mujeres dominicanas quienes se convirtieron en símbolo de la causa contra la violencia de género. Minerva Mirabal parecía conocer su suerte cuando comenzó a circular el rumor de que el régimen del presidente Rafael Leónidas Trujillo iba a matarla: «Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte», dijo Mirabal quien llevaba militando más de 10 años junto a sus hermanas por los derechos de las mujeres.
El 25 de noviembre de 1960, su cuerpo apareció destrozado en el fondo de un barranco, en el interior de un jeep junto con dos de sus hermanas, Patria y María Teresa, y el conductor del vehículo, Rufino de la Cruz.
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