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Liga ProfesionalEn un final polémico y electrizante en La Bombonera, Instituto le dio otro golpe al Boca de Hugo Ibarra

Tras una semana diferente por la internación de su DT Hugo Ibarra, el Xeneize cayó 3-2 con La Gloria.

La Bombonera no tiembla, silba. El Boca de Hugo Ibarra no mejora y sumó su segunda derrota consecutiva, la primera de este DT como local, ante Instituto por 3-2 y la gente despidió a los jugadores a pleno chiflido y algunos aplausos tímidos. La Gloria ganó después de 36 años en este escenario justo en la semana en la que el Negro debió ser internado por un sangrado nasal y una descompensación. Los de azul y oro acumulan tres sin ganar y, más allá de una reacción en los minutos finales, su juego lejos está de convencer. ¿Servirá el parate para enfriar el clima hot?Había visto un cambio Ibarra en el segundo tiempo en el Florencio Sola ante Banfield. Y, más allá de que no alcanzó, es cierto que terminó con otra imagen. Se aferró a eso y trató de darle una continuidad. Adentro Ezequiel Fernández para formar el doble cinco con el otro Fernández, Guillermo, y cambiar el 4-3-3 por un 4-2-3-1, con Martín Payero detrás del nueve, Darío Benedetto, y Luca Langoni y Sebastián Villa a los costados.Sin embargo, de lo único que se vio una continuidad fue de todos los males que arrastra este equipo de la ribera desde que le ganó a Patronato la Supercopa. Equipo que viene a La Boca, equipo que le hace frente y lo complica. Lo hizo Defensa y Justicia. Y lo hizo este Instituto ordenado y oportuno.El elenco cordobés estudió y se sacó un diez en su examen en este emblemático estadio al que todos quieren venir a ganar. Instituto desplegó sus recursos y su trabajo de la semana en la primera pelota parada que tuvo cerca del área xeneize. Adrián Martínez amagó con meter el centro, pero la jugó a un costado y recién ahí llegó el envío por arriba al segundo palo. Parecía que se perdía en la línea de saque de arco, pero Gabriel Graciani estaba ahí para un cabezazo que dio en el travesaño. El rebote fue capitalizado por Joaquín Varela abajo del arco y no perdonó.

Los males de Boca al final no eran exclusividad de un dibujo táctico. La cuestión es más profunda. Con Alan Varela o con un doble cinco, el círculo central es un lugar de paso para los rivales. La espalda de los Fernández, la de Equi y la de Pol, fue un terreno fértil para sembrar el caos por parte de Instituto.

En un lapso de seis minutos (de los 12 a los 18), Boca perdía 2 a 0. El segundo dio muestras de la fragilidad de sus volantes (Equi no pudo sacarla) y de la defensa: los centrales quedaron pagando ante la gran pared entre Santiago Rodríguez y Martínez, quien terminó definiendo contra un palo ante la salida de un entregado Romero.

Ante tanto desconcierto, hubo un momento en el que Boca se topó co un oasis en medio de su desierto futbolístico. Pero fue más porque Instituto se lo permitió que por motus propio. Creció Ezequiel Fernández, que mostró una mejor cara en ataque que en defensa. Un par de remates suyos hicieron temblar los guantes de Jorge Carranza. Hubo un gol de Benedetto, pero Payero estaba apenas en posición adelantada en el cabezazo previo. Bien anulado.

Villa logró pasar una vez sola al firme Giuliano Cerato y casi descuenta. Pero el 2-1 llegaría con una gran definición de Payero de tiro libre, justo en el final del acto inicial. La Bombonera pasó de estar enardecida a empujar con ilusión. Boca tenía la posibilidad de tomar un impulso anímico después del descanso.

Pero los de Lucas Bovaglio no le dieron tiempo: a los 50 segundos le dieron el golpe del nocaut. Esta vez la fórmula fue al revés y Martínez lo asistió a Rodríguez.

El fervor se apagó. El porrazo se sintió tanto adentro como afuera del campo de juego. Los hinchas quedaron consternados, paralizados, y los jugadores, más confundidos que nunca. Ni los cambios que hizo el Negro sirvieron para inyectar algo de energía. Se fueron Villa y Benedetto y entraron Miguel Merentiel y Norberto Briasco. También puso a Oscar Romero y a Luis Vázquez. Merentiel tuvo un mano a mano que le desactivó Carranza.

La Gloria estuvo a punto de estirar el marcador de contraataque, pero Romero se encargó de evitarlo. Recién faltando cinco minutos y de un córner Merentiel la encontró en el área chica y de mediavuelta puso de nuevo a Boca a un gol del empate.

Revivieron las tribunas y revivió Boca en ese final con polémica por un choque entre Carranza y Merentiel que no fue considerado penal tras revisado por Baliño. No alcanzó ni para maquillar otra actuación negra del Xeneize.

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