La exministra de Seguridad presentó su libro “Guerra sin Cuartel” en la capital de la provincia.
Sin medias tintas, la presidenta nacional del PRO, Patricia Bullrich, sostuvo ayer en Salta que la agrupación política de donde surgió Mauricio Macri debe tener «una identidad clara y concreta». La sentencia apuntó directamente a las notorias divisiones internas y ambigüedades entre sus dirigentes que el partido presenta en la provincia, por las cuales fue intervenido a fines del año pasado.
La exministra de Seguridad llegó ayer a la capital salteña para presentar su último libro «Guerra sin Cuartel: Terminar con la Inseguridad», en el que repasa las distintas vicisitudes que atravesó durante su gestión al frente de la cartera nacional.
La presentación tuvo lugar desde las 19.30 en el anfiteatro del parque San Martín, donde asistieron unas 200 personas. Antes estuvo en Metán acompañada de dirigentes locales del PRO y del frente Cambiemos.
«Nuestro objetivo es fortalecer nuestro rol como partido autónomo, como partido que a nivel nacional tiene un rol de oposición y construcción de una alternativa», dijo Bullrich ante periodistas tras exponer sobre su libro.
Consultada sobre cuál es la postura política del gobernador Gustavo Sáenz, quien en su momento integró una alianza con la agrupación macrista, dijo que no buscan «romper el diálogo» con el mandatario provincial.
«Pero sí queremos que la sociedad salteña tenga en claro dónde está el PRO, que está en la oposición, en la construcción de la alternativa. El PRO quiere ser gobierno en el 2023 y en ese sentido todos los diputados que van a ser elegidos, tanto provinciales como nacionales, tienen que estar alineados en esa línea», afirmó la dirigente.
Al presentar a su jefa política en el acto de ayer, el interventor del PRO en Salta, Gustavo André, contó que cuando viajaba junto a Patricia Bullrich en vehículo desde Metán hacia la ciudad de Salta un grupo de gendarmes los interceptó para saludar especialmente a la exministra, quien se ganó el aprecio de los agentes de la fuerza de seguridad por la férrea defensa que hizo sobre la actuación de Gendarmería en el caso de Santiago Maldonado.
La ceremonia en el anfiteatro concluyó con la firma de ejemplares del libro de Bullrich, quien se quedó hasta pasadas las 21 para cumplir con el público que fue a verla.
La acompañaron los diputados nacionales Martín Grande, MIGUEL NANNI y Virginia Cornejo. También estuvieron los legisladores provinciales Gladys Moisés y Carlos Zapata, entre otros dirigentes locales.
Divisiones
La grieta en el PRO salteño surgió por el acercamiento del gobernador Sáenz al oficialismo nacional, lo que dejó en offside a quienes eran referentes del partido y que ahora ocupan cargos en la administración provincial, como Martín de los Ríos, ministro de Producción y Desarrollo Sustentable y expresidente del PRO Salta, y Alberto Castillo, titular de la empresa estatal Recursos Energéticos y Mineros de Salta (Remsa). También quedó en una posición ambigua el diputado Andrés Suriani.
Puntualmente sobre Castillo y Suriani, Bullrich dijo ayer que «es decisión de ellos si están adentro o afuera del PRO».
«No queremos que nadie esté afuera, lo que sí queremos es que no haya diputados que vayan al parlamento y voten por aquellas medidas que criticamos», afirmó la exfuncionaria nacional.
«Queremos que nuestros diputados nacionales que se elijan en la próxima elección vayan a los bloques de Juntos por el Cambio, que tengan claro que tienen que luchar por la república y saber de qué lado están», insistió.
Y aclaró: «No queremos ninguna ruptura ni estamos enemistados con nadie, lo que queremos es que la sociedad salteña vea en el PRO lo que es el PRO, sin confusiones».
Vacunación
Durante su estadía en Salta, Patricia Bullrich hizo una denuncia a través de redes sociales que tuvo repercusión nacional. Dio a conocer que los suegros y el padre del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, fueron vacunados contra la COVID-19, aparentemente por gestión del legislador.
«Es terrible la injusticia e indignidad de que se vacunen los jerarcas y dejar a la gente sin vacunas», dijo más tarde Bullrich.
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