El campeón debió conformarse con un empate en Bahía Blanca

El xeneize ganaba con goles de Centurión y Benedetto; el local igualó con tantos de Magallán (en contra) y Cabral; no hubo vuelta olímpica por razones de seguridad.

Boca ya se había sacado las ganas de festejar como nuevo campeón del fútbol argentino anteanoche, entre muchos periodistas e hinchas. Y entró en la cancha con esa satisfacción para enfrentar a Olimpo. Pero más allá de cumplir, al equipo de los Barros Schelotto le quedaba una especie de prueba por delante que, con el empate en Bahía Blanca, ya no podrá conseguir: superar los 64 puntos que cosechó el club en la campaña del torneo largo de 30 equipos en 2015, en el que también se coronó.

Aunque le gane a Unión, el domingo, ya no podrá ni siquiera igualar esa suma. Aunque muchos especularon con que la celebración, tras la derrota de Banfield ante San Lorenzo que decretó la obtención del título, generaría una cierta relajación a la hora de encarar los compromisos restantes, Boca fue decidido a llevarse de la fría ciudad de Bahía Blanca los tres puntos. Tanto fue así que se dio algo similar a la victoria de hace cinco días ante Aldosivi: Ricardo Centurión y Darío Benedetto, con 60 segundos de diferencia, ya habían puesto el 2-0. Parecía definitivo como en Mar del Plata. Tanto que el protagonismo que mostró en la primera mitad lo llevó a tener un 60% de la posesión.

Sin embargo, más que una falta de motivación de Boca, lo que se terminó viendo fue el compromiso de Olimpo, que necesitaba rescatar algún punto para tener una esperanza mayor de salvar la categoría en la última jornada. Así emparejó el juego. Por eso Boca generó menos, le costó más y sufrió las pelotas aéreas, fórmula con la que consiguió los dos tantos del empate. Primero, por el gol en contra de Lisandro Magallán, y segundo por una serie de cabezazos que le permitió a Cabral convertir de media chilena.

El domingo, ante Unión, Boca le pondrá fin a su torneo. Allí sí levantará el trofeo, dará la vuelta olímpica y cantará al ritmo de la Bombonera. No logrará superar la campaña del equipo de Rodolfo Arruabarrena. Entonces, sólo quedará festejar.