La red fue desbarata a raíz de la investigación del del Área de Caso Complejos de la Unidad Fiscal Salta. Daniel Aguilera está condenado a 12 años de prisión, se detuvo a su exmujer y otra integrante de la banda. Hay cinco prófugos.
El pasado miércoles, Daniel “Rengo” Aguilera fue condenado a 12 años de prisión por dirigir una banda de tráfico de drogas en Mendoza, la que se suma a condenas del 2013 y 2017, por delitos contra la persona y por violencia de género, hechos por los cuales fue detenido.
Cuatro días antes de recibir la última condena, Aguilera “monitoreaba” una carga de casi 5 kilos y medio de cocaína, que había salido de Tartagal, tras el despacho de un cómplice, quien ya se habría fugado a Bolivia.
Esa carga, pese a los recaudos tomados por los integrantes de esta organización, fue descubierta por el olfato del oficial “Tango”, un can antinarcótico que personal de la Sección Seguridad Vial, del Escuadro Núcleo 45 de Gendarmería Nacional, tenía en el puesto de control en Cabeza de Buey, en la ruta 34.
Al controlar un transporte de carga, “Tango” marcó un paquete y así puso en marcha una investigación que luego, bajo la dirección del Área de Investigación de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Salta, a cargo del fiscal Ricardo Toranzos, derivó en la detención del principal acusado y otras dos cómplices, una de ellas ex mujer de Aguilera.
Con autorización del juez federal de Garantías 2, Miguel Medina, Toranzos puso en marcha una “entrega vigilada”, que consistió en el reemplazo de la droga por harina, cuya encomienda siguió viaje a Mendoza.
Una vez que el paquete arribó a Mendoza, la exmujer de “Rengo” se presentó en la empresa de transporte a retirar la encomienda y fue detenida por Gendarmería Nacional; manifestó que retiraba el bulto a pedido de su exmarido.
Cámaras de seguridad mostraron que la mujer llegó en un vehículo, donde iban otros implicados, los cuales están actualmente prófugos.
Tras las declaraciones de la mujer, en las primeras horas del domingo, se pudo llegar a una segunda integrante de la organización, quien fue detenida en un domicilio del departamento de Godoy Cruz, cuya función era la de recibir la droga y ocultarla hasta que se concrete su comercialización, la cual estaba pactada con un comprador de Brasil.
Asimismo, se realizó el allanamiento de otro domicilio en la misma zona, desde donde se pudo secuestrar teléfonos celulares y otros elementos de pruebas, lo que permitió establecer la participación en el hecho de otras 5 personas, quienes se encuentran prófugas hasta el momento.
Paralelamente, en el Complejo Penitenciario Federal de Mendoza, se llevó a cabo una requisa en la celda 33, ocupada por Aguilera. En el lugar se encontró un teléfono celular y varias anotaciones, mientras que, desde una mesa, en un compartimento que fabricó, tenía oculto otros dispositivos de telefonía celular.
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