Policiales

Seis imputadasCayó una banda que utilizaba mujeres para el tráfico de cocaína en tours de compras

La Unidad Fiscal Salta imputó a seis mujeres que llevaban droga de Orán a Buenos Aires. Lo hacían en un tour de compras y entre las detenidas, cayó la organizadora de la operación.

En una semana considerada “caliente”, por la cantidad de casos registrados, el Área de Atención Inicial de la Unidad Fiscal Salta sumó once personas detenidas e imputadas por delitos de narcotráfico. Además, se secuestraron más de 52 kilos de cocaína.

De todos los hechos, registrados entre el 16 y 23 de junio, el más sobresaliente tiene como protagonistas a seis mujeres, quienes fueron detenidas en el puesto de control de El Naranjo, ubicado sobre la ruta 34, en Rosario de la Frontera.

Al respecto, ayer a la tarde, la fiscal subrogante Paula Gallo, en representación del Ministerio Público Fiscal, dirigió la imputación penal contra las seis mujeres detenidas, todas ellas oriundas de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

Ante la jueza federal de Garantías N°2 Mariela Giménez, la fiscal informó que la detención de las acusadas se produjo el jueves a las 3.30, cuando el micro en el que viajaban fue detenido para un control de rutina, instancias en que se advirtieron ciertas irregularidades, nerviosismo y movimientos sospechosos por parte de algunas de las imputadas.

Sostuvo que, al verificar la documentación presentada por las acusadas, se pudo establecer que ninguna de ellas había ingresado al país por un paso habilitado, a lo cual se sumó el hecho de que ninguna llevaba bolsos con ropa, pues se trataba de un tour de compras.

A su vez, negaron tener equipaje en la bodega y explicaron que viajaban de Orán a Buenos Aires para visitar a un pariente, circunstancias en que algunas de ellas evidenciaron nerviosismo y movimientos extraños, acomodándose la ropa, en la parte de la cintura y busto.

En vista de ello, y con el control judicial del caso -tarea en la que intervino la auxiliar fiscal Vanina Pedrana- personal idóneo del Escuadrón 45 de Gendarmería Nacional realizó la requisa de las mujeres. Como resultado de ello, se pudo establecer que cinco de ellas llevaban, cada una cuatro paquetes de droga, ya sea dentro de bolso de mano, oculto en zapatillas y sandalias o adosado en distintas partes del cuerpo.

A medida que se realizaba la requisa, algunas reconocieron que también transportaban droga. Dos, fueron más allá y apuntaron a una sexta pasajera como la persona que había organizado la operación, la que quedo detenida.

Los paquetes que eran transportados por las pasajeras sumaron alrededor de 5 kilos y medio de cocaína, droga que fue incautada al igual que los teléfonos celulares que tenían las acusadas, como así también otros elementos de interés para la investigación.

Las imputaciones

La mujer sindicada como “organizadora”, en tanto, no llevaba droga consigo, pues su tarea dentro de la organización no contemplaba esa función, sino más bien la coordinación del transporte y su posterior control durante el traslado.

Al respecto, la fiscal destacó el rol de esta acusada por encima de las otras cinco detenidas, pues su responsabilidad es mayor por el rol que desempeñó en la empresa delictiva. En vista de ello, imputó a la misma el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes, en calidad de organizadora, delito que contempla una escala penal de 8 a 20 años de prisión.

Con respecto a las cinco pasajeras, la fiscal solicitó que queden imputadas por el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes, calificación que consideró provisoria, situación que también incluye a la mujer sindicada con funciones de organización.

Al expedirse sobre las medidas de coerción, la fiscalía solicitó la prisión preventiva de las seis mujeres imputadas. En tal sentido, Gallo resaltó la gravedad del hecho, el cual tenía como principal impacto el daño a la salud pública, representado por la cantidad de droga que era transportada directamente a Buenos Aires.

Asimismo, se refirió a la naturaleza de la empresa delictiva, la cual evidencia una clara división de roles dentro de una organización, cuyo objetivo estaba dirigido a la comercialización del estupefaciente, hecho del cual no descartó la participación de otros implicados. A propósito, solicitó autorización para avanzar con pericias, tanto sobre la droga secuestrada como a los teléfonos incautados.

Casualmente, señaló el estado incipiente de la investigación como otro motivo para disponer la prisión preventiva, la que también fundó en el riesgo de fuga, la falta de arraigo de las acusadas y el hecho de que ninguna de ellas ingresó al país por pasos habilitados.

Destacó el compromiso del Estado Nacional de perseguir y punir los actos de narcotráfico, obligación adquirida a través de distintos tratados internacionales. Mencionó el riesgo latente de entorpecimiento de la investigación y la pena en expectativa negativa hacia las acusadas, ya que las escalas penales en juego no contemplan -en caso de recaer condena- una condena de ejecución condicional.

Al resolver, la jueza desechó ciertos cuestionamientos realizados respecto a las calificaciones requeridas. Compartió los argumentos esgrimidos por la fiscalía, como así también accedió a las peticiones solicitadas en todos sus términos.

La mujer como instrumento

Entre sus argumentos, la fiscal resaltó el flagelo del narcotráfico y, en especial, la utilización de la mujer como instrumento en la cadena de tráfico, valiéndose para ello del estado de vulnerabilidad de las mismas, pues entre las detenidas hay madres solteras, jefas de hogar, sin suficiente instrucción y de bajos recursos económicos.

Esta selección –agregó- es decidida de manera deliberada por los cabecillas de las organizaciones narcocriminales, y sucede a diario en la zona de frontera, siendo uno de los canales más usuales para la ejecución del tráfico, los tours de compras, compuesto, por lo general de mujeres.

En tal sentido, cabe mencionar, que el 16 de junio, a la madrugada personal de Gendarmería Nacional, también en el puesto de control de El Naranjo, detuvo a otras dos mujeres que viajaban de Orán a Mendoza en un tour de compras, quienes llevaban poco más de 3.200 kilogramos de cocaína, adosada al cuerpo.

En este caso, la imputación penal se realizó ante el juez federal de Garantías N°1 Julio Bavio, quien hizo lugar a la formalización de la investigación por tener como probable el hecho expuesto por la fiscalía, la que avanza con distintas diligencias investigativas en busca de otros posibles implicados.

Las dos mujeres imputadas, una de ellas de nacionalidad boliviana, quedaron al descubierto en un control de documentación, circunstancias en que se detectó que una de ellas viajaba con un documento ajeno, mientras que la otra se puso en evidencia al ponerse nerviosa y exteriorizar movimientos extraños en las partes íntimas de su cuerpo, donde llevaba la droga.

Con estas evidencias, y otras más reunidas por la fiscalía, se formalizó la acusación penal para ambas por el delito de transporte de droga, mientras que a una de ellas se le sumó la imputación de uso de documento ajeno, calificaciones que fueron receptadas por el magistrado.

Camuflada en vehículos

Como resultados de otros tres procedimientos, también registrados en el sur de la provincia, la fiscalía imputó el delito de transporte de estupefacientes a tres hombres, quienes conducían distintos vehículos que llevaban poco más de 52 kilos de cocaína oculta en compartimentos acondicionados para tal fin.

El primero de los casos imputados por la fiscalía, ocurrió el 17 de junio, cuando un conductor, oriundo de la ciudad de Orán, fue detenido para un control en la ruta 5, a la altura de la localidad de General Pizarro. Al revisar el rodado, un automóvil marca Fiat Strada Adventure, se percibió un fuerte olor a pegamento y alteraciones en la zona del torpedo.

Atento a ello, y con el control judicial del caso, se procedió a una requisa más profunda, circunstancias en que se hallaron paquetes con 15 kilos de cocaína, hecho que derivó en la detención del chofer, secuestro de documentación y la imputación penal del caso, también ante el juez Bavio.

Al otro día, en tanto, fue detenido otro conductor, quien conducía una camioneta VW Amarok, la que llevaba poco más de 21 kilos de cocaína en el interior de la rueda de auxilio, lo que fue descubierto cuando los gendarmes, del puesto El Naranjo, se percataron de que el peso de la misma era excesivo. El vehículo había salido de La Quiaca a Buenos Aires.

El 22 de junio, en tanto y en el mismo puesto de control, cayó detenido otro joven chofer, también del vecino país de Bolivia. El mismo conducía un camión Volvo, el cual transportaba una carga de tubos, tipo lanza, en uno de los cuales se descubrió la existencia de casi 7 kilos de cocaína, droga que estaba oculta con masilla y pintura. En este caso, el acusado indicó que se dirigía a la localidad bonaerense de Zárate, en busca de Gasoil. En ambos casos, los detenidos fueron imputados por el delito de transporte de estupefacientes.

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