El domingo se enfrentarán por la fase preliminar de la Copa Argentina en el estadio Padre Martearena y la revancha será el miércoles 24 en el “Gigante del Norte”.
Albos y santos precisan tomar ritmo para el Federal A y sus distintas realidades, tanto como las dirigencias necesitan imperiosamente recaudar.
Desde hace mucho tiempo ya -la tendencia se acrecentó en las últimas temporadas-, el fútbol salteño pelea palmo a palmo como puede y con sus escasas armas contra la indiferencia que los golpea, quizás como justo castigo por los desaciertos sucesivos y la ausencia de credibilidad en los proyectos y sus ejecutantes.
Atraer a la gente a las canchas durante la etapa regular del actual torneo Federal A, el principal objetivo competitivo en la mira de los equipos, fue ya una tarea titánica. Y mucho más aún lo será para una Copa Argentina que ofrece pocas expectativas de salvación.
Por eso el clásico entre Juventud Antoniana y Gimnasia y Tiro, el primero del 2018 y quizás de todo el semestre, que se disputará este domingo, a las 17, en el estadio Martearena, por el choque de ida de la primera fase preliminar copera, será el clásico de la lucha contra la indiferencia, publicó El Tribuno.
Porque más allá de la importancia que tendrá este doble pleito de maratónica disputa para las preparaciones de albos y santos de cara a sus realidades (el octogonal de la segunda ronda y la reválida), marcará un desafío mayúsculo para las dirigencias, necesitadas de ingresos tras un parate que solo arroja pérdidas. Y tanto los antonianos como los millonarios imploran porque el Martearena (este domingo) y el Gigante del Norte (en la revancha del miércoles) luzcan marcos acordes a esa imperiosa demanda.
El primer triunfo de ambos será la respuesta del público en la boletería como para arrancar el año con el pie derecho y con oxígeno, más allá del resultado.
Tres delanteros para un lugar en el albo
Por estas horas, en Gimnasia y Tiro la espera desespera por el tan mentado número 9 que pretende con urgencia el DT Víctor Alfredo Riggio para pelear el ascenso en el octogonal y que busca con insistencia desde hace un mes la dirigencia. La cuestión es que restan 17 días para la reanudación del campeonato y el atacante requerido no aparece.
Sin embargo, hoy son tres las opciones que asoman en el horizonte y que interesan en la Vicente López, adecuándose a las posibilidades del club. Además de Nahuel Bustos, un juvenil de 19 años en ascenso y con muy buenas referencias que juega en Talleres de Córdoba y que habría sido recomendado por el mismo Ivo Chaves, también se sumó al manojo de opciones otro juvenil: Lucas Agüero, un canterano de Godoy Cruz de Mendoza. Pero al contraste lo marca el plan C, un viejo conocido y experimentado: Juan José Arraya, exdelantero de Juventud y de Gimnasia de Jujuy.
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