El Tocilizumab, que se usa para la artritis reumatoidea, resultó efectivo para curar a enfermos que estaban en terapia intensiva. Hacen más estudios.
El fármaco Tocilizumab se ha convertido en el remedio que mejores resultados y más fama ha ganado entre los muchos que se utilizan para ayudar a los pacientes más graves a superar el coronavirus, contra el que no existe una cura específica. Utilizado para combatir la artritis reumatoidea, las virtudes del Tocilizumab fueron descubiertas por los científicos chinos en el comienzo de la epidemia, en la metrópoli de Wuhan y después le pasaron el descubrimiento a un grupo de médicos napolitanos.
En Italia el Tocilizumab “ayuda a salvar vidas!”, dijo el oncólogo Paolo Ascierto, que fue el primero en hacer caso a las recomendaciones de los chinos. Ascierto es el principal consultor de los muchos centros médicos que están aplicando experimentalmente el remedio. Una mujer de 59 años fue curada en un hospital de Nápoles en parte “gracias a la actividad del fármaco”, según el profesor Ascierto. También Fausto Russo, de 38 años, internado en un hospital de Latina, en la región Lazio, testimonió que el Tocilizumab fue clave para salvarse de la acción letal del coronavirus en la fase más aguda de la enfermedad, que causa una pulmonía aguda.
De inmediato han comenzado 281 estudios del fármaco en Italia, que es el país que registra la mayor cantidad de víctimas a nivel mundial, que este martes llegó a 7503 personas. La epidemia iniciada en un hospital de Lombardía el 21 de febrero ha causado 74.286 contagiados, incluyendo 57.521 enfermos más los muertos y curados.
La epidemia alcanzó su pico el sábado, con 793 muertos en 24 horas. Desde entonces ha disminuido el número de contagiados diarios, que fueron 3957 el domingo, 3780 el lunes, 3612 el martes y el martes 3491 personas.
Los especialistas sostienen que estos datos son positivos pero no permiten cantar victoria porque podrían registrarse nuevos brotes en otras regiones italianas. Las mejoras importantes se registran en Lombardía, Emilia Romagna, Piamonte y Veneto, que concentran el 86% de las víctimas.
El especialista Vincenzo Montesarchio, del hospital Monaldi, que colabora con el profesor Paolo Ascierto en la experimentación del Tocilizumab, dijo que “otros pacientes tratados muestran óptimas señales de mejoramiento y hasta cura”.
La enfermedad provocada por el coronavirus produce lo que los expertos llaman “distress respiratorio elevado”, que impone dar sustento respiratorio elevado a los pacientes con cascos respiratorios y oxígeno a los entubados en terapia intensiva.
Los expertos explican que las condiciones críticas del paciente, que en muchos casos conducen a la muerte, no son solo debidas al virus sino también a una reacción excesiva del sistema inmunitario.
Esa reacción se convierte en causa misma del daño y de progresión de los síntomas. La suministro del Tocilizumab modifica la respuesta inmunitaria, placa el caos que los médicos llaman “tempestad” de unas proteínas que regulan la migración de las células inmunitarias, la infección y un estado inflamatorio a través del intersticio de los pulmones.
“No es una cura para el virus pero parece ayudar a los médicos a sacar vivos a los pacientes de la terapia intensiva”, dijo uno de los especialistas.
Fausto Russo, un atleta de 38 años, sostiene que gracias al Tocilizumab puede contar su historia. Fue internado por el contagio del coronavirus en el hospital Santa María Goretti de Latina, cerca de Roma, Una médica le propuso adherir a la experimentación que estaban haciendo los médicos napolitanos y le fue suministrado el Tocilizumab.
“Me las veía mal en la terapia intensiva, con un casco presurizado, sin posibilidad de moverme», relató.
El remedio contra la artritis reumatoidea hizo el milagro que Russo esperaba. “Dos días después que me lo dieron, todo había cambiado”, dijo en una charla via Internet con los corresponsales extranjeros.
“En 48 horas mejoré un 70%. Le agradezco al profesor napolitano Ascierto que hizo conocer a los centros médicos de Italia las propiedades de este fármaco y haber guiado la experimentación”, explicó Fausto Russo, que ya ha vuelto a su casa.
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