Él la había traído desde Buenos Aires para que trabajara en su casa. El acusado es conocido de los padres de la víctima. Está detenido.
Una descompensación diabética permitió descubrir el abuso sexual a la que era sometida una menor de 15 años por un hombre que la había contratado como niñera de su hija.
El caso se conoció ayer y generó gran revuelo en la ciudad de Rosario de la Frontera. El acusado es Agustín Benigno Ávila, de 55 años, quien está detenido e imputado por la Justicia.
En el caso ya intervino, además de la Fiscalía Penal y el Juzgado de Garantías, la Asesoría de Menores e Incapaces, debido a la corta edad de la víctima.
La traumática historia que sufrió la adolescente tuvo un comienzo basado en la confianza que sus padres tuvieron, tiempo atrás, con el hombre que terminó agrediéndola.
El matrimonio y Ávila se conocieron en la provincia de Buenos Aires, donde está radicada la familia de la adolescente. Allí la chica comenzó a cuidar y tener una fluida y afectuosa relación con la pequeña hija de Ávila.
Cuando por razones particulares el hombre de 55 años decidió regresar a Rosario de la Frontera, pidió a los padres que le permitieran a la adolescente que viajara con él para trabajar como niñera, así continuaba cuidando de su hija.
Los padres, quienes evidentemente tenían confianza en el hombre, accedieron a que su hija adolescente se fuera a trabajar a casi 1.500 kilómetros de distancia a pesar de su corta edad.
Descubrimiento
La semana pasada, Ávila llevó a la menor al hospital Melchora Figueroa de Cornejo porque se había desvanecido. Luego de arribar a la guardia y mientras ella era atendida, el hombre llamó a los padres para informarlos sobre el estado de su hija.
Al equipo médico el hombre le contó la historia oficial: dijo que la chica era oriunda de la provincia de Buenos Aires y que había sido autorizada por sus progenitores a venir a Rosario de la Frontera para trabajar como niñera de su hija.
El médico fue informado que la adolescente es diabética, por lo que, en base a los síntomas, indicó que había sufrido una descompensación diabética. Sin embargo, al profundizar el examen físico se descubrió que en su cuerpo tenía lesiones compatibles con abuso sexual reiterado.
Entonces la situación cambió drásticamente.
Como establece el protocolo profesional, el médico dio aviso inmediato a la Policía, para que se iniciaran las actuaciones correspondientes a un presunto abuso sexual.
Con el aviso del profesional, el fiscal penal Oscar López Ibarra solicitó al Juzgado de Garantías de Rosario de la Frontera la demora y posterior detención de Ávila.
Al día siguiente de que la adolescente fuera internada en el hospital llegaron a la ciudad sus padres.
Acusación e interrogantes
El fiscal penal López Ibarra dio intervención a la asesora de Menores e Incapaces de turno, quien radicó la denuncia por el abuso, en tanto un profesional médico del Servicio de Medicina Legal (del Cuerpo de Investigadores Fiscales) certificó las lesiones de la menor.
López Ibarra también dispuso la contención de la menor por medio de profesionales del equipo interdisciplinario.
Luego de recibir algunos informes preliminares sobre lo acontecido, el fiscal imputó formalmente a Agustín Benigno Ávila por el delito de abuso sexual coactivo o intimidatorio por una relación de dependencia contra una menor de 18 años, aprovechando la situación de convivencia.
Según informó el Ministerio Público Fiscal, en la audiencia de imputación el acusado se abstuvo de declarar. El fiscal y el juez de Garantías ordenaron que permanezca detenido.
La investigación del caso permanece abierta, ya que se busca determinar el vínculo entre las familias (aparentemente no serían familiares) así como las condiciones en las que la menor fue autorizada a viajar a Rosario.
Atención
La adolescente, cuyos datos permanecen en reserva por ser menor de edad, continuaba hasta ayer internada en la unidad de terapia intensiva del hospital Melchora Figueroa de Cornejo.
Allí es atendida no solo por los médicos, sino también por profesionales psicólogos. Junto a ella también están sus padres.
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